Garantizar la merienda escolar: prioridad en Ciego de Ávila

Aunque, en los últimos cursos, ha disminuido la cantidad de estudiantes que consumen la merienda escolar en Ciego de Ávila, en las entidades que se encargan de su producción y distribución hay claridad y un punto en común: garantizarla sigue como un tema prioritario.

En la Empresa Cárnica, por ejemplo, aun en medio de un contexto bastante “apretado” con la materia prima, se jerarquiza la llegada diaria a los centros educacionales de lo que le toca garantizar.

Según el cronograma establecido para cada mes, se envían los productos, que incluyen butifarra, jamonada, croqueta, fiambre, mortadela, Frankfurt y salchicha, dijo a Invasor Luisa Andrea Sánchez Pérez, especialista de ventas.

En ocasiones, lo que ha sucedido es que se sustituye lo que corresponde, cuando hay algún problema, por salchicha; lo que sí no pasa es que se incumpla con este programa, afirma.

Al Lácteo le toca el rol de suministrador de yogurt de soya y queso fundido. Diane Carral Báez, especialista comercial allí, comenta que no ha habido ausencias de ellos, pero sí han existido llegadas tardías. En febrero sucedió en Baraguá y Florencia, asociado a que los carros que transportan hacia esos municipios presentan serias dificultades técnicas.

Ortelio González Orozco, jefe de producción en la Dirección Provincial de la Empresa Cubana del Pan, suministradora también, confirma lo que el resto de los organismos: aunque las carencias persisten, la parte dedicada a la merienda escolar tiene siempre la reserva y no se ha visto afectada.

“Educación nos entrega la matrícula semanal, en caso de que tenga variaciones de la que se recibe antes de comenzar el curso, y a partir de allí elaboramos en 10 panaderías del territorio. Luego, Comercio distribuye a los centros de elaboración para la preparación.”

Invasor visitó uno de estos establecimientos, Sol y Sombra, y allí procesan lo recibido para que esté listo entre 11 y 11.30 de la mañana. En el local se trabaja con rapidez, según se pudo ver, aunque la falta de guantes para el proceso es un punto que debe ser atendido por las autoridades pertinentes, ya que se habla en varios espacios de la importancia de la inocuidad de los alimentos.

Solo el 42 por ciento de la matrícula de las Secundarias Básicas avileñas está en los registros para que reciban la merienda, explicó Xiomara Sánchez Chávez, metodóloga de organización escolar de esa enseñanza en la Dirección Provincial de Educación.

Elaboración de alimentosDesde el 2014 entró en vigor la Resolución 186, que permitió utilizar tres variantes: merendar en la escuela, almorzar en la casa o que los padres o madres lleven algo para que sus hijos coman en ese horario. Para cualquiera de ellas tiene que haber documentos firmados como constancia y compromiso de que si salen de los planteles, regresen a tiempo para la continuidad de las clases.

Esto frenó un poco que, cuando los muchachos dejaban intactos los panes y el yogurt, estos fueran a parar a tanquetas de sancocho y el dinero del presupuesto estatal invertido para tratar de homogeneizar las posibilidades de alimentación fuera, prácticamente, malgastado.

Cuando llegamos a la ESBU José Martí, en el municipio cabecera, vimos que, en efecto, pocos estudiantes consumen la merienda. Algunos iban en el trayecto a casa y otros, en un grupo considerable, se quedaban en las afueras buscando algunas de las opciones que los particulares llevan allí.

Que les aburre lo mismo, pan con algo y yogurt, que son un poco selectivos a la hora de comer o que mamá y papá quieren que pasen a almorzar, son, por lo general, algunas de esas causas que llevan a que el número de consumidores haya disminuido. A veces, influye la calidad de algunos productos, como las croquetas que no están bien fritas o el sabor del Frankfurt, que a pocos les gusta.

Las diferencias y posibilidades adquisitivas de las familias tienen un reflejo directo en las escuelas. Cada cual, según lo que disponga y teniendo en cuenta también sus preferencias, podrá elegir la opción que prefiera y pueda. No obstante, mientras el servicio de la merienda escolar esté, tiene que seguir siendo eso, una prioridad, y no desatender su calidad, porque siempre habrá quienes la tengan como única salida para llenar el estómago en los días de escuela.