La trascendencia histórica de la huelga revolucionaria organizada el 9 de abril de 1958, por parte del Movimiento 26 de Julio, con Fidel al frente, volvió a ser motivo de evocación y de homenaje en el poblado rural de Jagüeyal (municipio de Venezuela, provincia de Ciego de Ávila), uno de los que más activa participación tuvo dentro del territorio en apoyo a aquella acción, encaminada a propiciar el derrumbe de la dictadura de Fulgencio Batista.
El tributo tuvo lugar este lunes en el Centro Mixto Ignacio Agramonte y Loynaz, con la presencia de niños, adolescentes, maestros, vecinos y miembros de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, encabezados todos por Alexey Ojeda García, primer secretario del Comité Municipal del Partido Comunista de Cuba allí.
Mediante una cuidadosa búsqueda y selección, los propios alumnos de la escuela ofrecieron amplia información de carácter nacional, territorial y local acerca de la mencionada huelga, apoyada de forma directa por casi una veintena de pobladores de toda la zona, que organizaron o tomaron parte en la quema de cañaverales, descarrile de casillas de ferrocarril cargadas de azúcar y paralización de actividades en talleres, entre otras acciones.
Desde Jagüeyal, la rememoración le concedió justo lugar al protagonismo de jóvenes que aquel 9 de abril detuvieron las máquinas de centrales ubicados en los actuales municipios de Venezuela y Baraguá, obstaculizaron el tránsito en la carretera central, e interrumpieron la jornada en el centro telefónico, unidades de comercio, planta eléctrica y otros puntos de la ciudad de Ciego de Ávila y del territorio que hoy ocupa la provincia.