Acercar los servicios a la población y satisfacer las necesidades de sus clientes son gestiones que la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) mantiene en medio de una situación epidemiológica compleja, que ha implicado un aumento del tráfico y consumo habitual en las redes.
Así lo confirmaba el 27 de marzo, Mayra Arevich, presidenta ejecutiva de la empresa, al alertar a través de su cuenta en la red social Twitter, que se registraba un 10 por ciento de volumen adicional sobre las redes, lo cual significaba una sobrecarga de acuerdo a las condiciones infraestructurales existentes en el país. De ahí que garantizar la estabilidad de la red de voz y datos era una prioridad para la nación.
De entonces a la fecha, aun cuando no todas las demandas están satisfechas y han llegado a cuentagotas las medidas, suman alrededor de 10 las acciones implementadas por Etecsa en beneficio del cliente, que a groso modo contemplan rebajas de tarifas, extensión de la vigencia de algunos servicios y la estimulación del pago a través de plataformas como Transfermóvil y EnZona.
Por supuesto que lograrlo ha implicado también un cambio en la rutina y modos de hacer, la decantación de cuáles servicios merecían una prioridad y de quienes permanecerían en sus puestos de trabajo por ser imprescindibles.
Gracias al teletrabajo Zuleika cuida de sus niñas pequeñas y no tiene ninguna afectación económicaDe este modo en Ciego de Ávila solo las salas de navegación han cerrado sus puertas y se han reducido los horarios en las oficinas comerciales, donde solo se prestan aquellas operaciones indispensables para la vitalidad de las prestaciones y la activación de líneas móviles.
Lo otro sería la puesta en práctica del teletrabajo, término laboral que escuchamos por primera vez a finales de 2019 como una alternativa ante la situación energética, pero que a estas alturas todavía es útil.
Precisamente, esta práctica es la que le ha permitido a Zuleika Díaz realizar sus funciones como asesora legal desde el confort de su casa. Asimismo otras 111 personas trabajan a distancia y 286 se mantienen en las unidades comerciales como Telepuntos, Minipuntos y el Centro de Atención Telefónica.
Mientras, 107 trabajadores permanecen en la calle en brigadas indispensables, entre ellas, la de reparación, mantenimiento, cable, fibra óptica, y técnicos de la telefonía móvil y pública.
Si bien los mayores reclamos estriban en la reducción de precios por poco que nos guste las altas tarifas no solo garantizan ingresos, sino que regulan el acceso al servicio y, de paso, la saturación comunicativa. Como también es cierto que esto no puede borrar de un plumazo los esfuerzos por mantener la estabilidad de la red en tiempo excepcionales.