En “jaque” la ropa reciclada en Ciego de Ávila

Para este año, las buenas nuevas no llegan a la venta de ropa reciclada en Ciego de Ávila. Un breve recorrido por algunos de los puntos donde se comercializa en la zona del bulevar de la ciudad cabecera, deja ver un panorama poco feliz; los espacios están casi vacíos y lo que hay no satisface, como debería, a los consumidores.

Pablo Acosta Zorrila, director comercial de la Empresa Universal en la provincia, explica a Invasor algunas de las causas principales de la situación, que pone en “jaque” a los distribuidores porque no satisface la demanda. “Para el 2019 solo están contratados dos contenedores de ropa, de los cuales uno ya se distribuyó. Esta cifra es muy inferior a otros períodos (exceptuando el 2018), en los que contábamos con cinco o seis como promedio.”

“Muchas personas creen que esta mercancía llega al país a través de vías de donación, pero realmente se compra por libras a proveedores en el mercado internacional. Es la llamada ropa de segunda mano en otras partes del mundo.”

Acosta Zorrila añade que el más reciente proveedor no tiene piezas de la calidad como las de etapas anteriores, algo que también ha sido criticado por clientes.

Lo confirma Bárbara Yordanka Aguilar Morales, dependienta en la unidad comercial Bazar París, ubicada en la ciudad capital del territorio, quien dice que “ya no están entrando cosas buenas como antes; no obstante, tienen salida, se vendió casi todo lo que llegó”.

Por supuesto que, la ropa reciclada, aun cuando ya no esté en las condiciones de tiempo atrás, sigue siendo una opción para muchos, ya sea para completar el uniforme de trabajo, encontrar un abrigo para la escuela del niño o la niña o un vestido, casi nuevo, que sirve para salir. Es común escuchar comentarios en la calle como: “si buceas bien puedes encontrar cosas nuevecitas” y son una “ganga” los precios, al compararlos con los de las Tiendas Recaudadoras de Divisas, donde la oferta también es pobre y poco tentadora.

No obstante, en ocasiones, las personas se quejan de que los precios no están acorde a la calidad, vinculado, sobre todo, a fisuras en el proceso de separación y clasificación.

Las confecciones se clasifican para la venta teniendo en cuenta su calidad: la primera categoría comprende a las de mejores condiciones y la tercera a aquellas que están más deterioradas. Según Reinaldo Frómeta, subdirector de Comercio en Ciego de Ávila, la mayoría de las tiendas comercializan la de primera. Lo que sucede es que, a veces, a esa misma, por lento movimiento, y a decisión de la Empresa de Comercio en el territorio, se le puede devaluar el precio.

Es también este organismo el que realiza el cronograma para distribuir en los municipios, donde no siempre la ropa reciclada llega a partes iguales, sobre todo en los últimos tiempos, cuando casi hay que jugar ajedrez para mover las mercancías y repartir lo poco que nos toca.