Avileñas que toman por asalto los teatros de la ciudad. Que levantan hogares bloque a bloque, que levantan familias hijo a hijo.
Avileñas auscultando pulmones y poniendo vacunas. Otras frente al aula, descubriéndoles las letras a los niños, haciéndoles saltar en la educación física.
Madres que han sumado a todos sus corajes también el desafío de proveer la mesa, de contar las monedas para poder salir a pasear el domingo.
Abuelas que se mecen en los sillones, en calma. Niñas alborotando el bulevar, saltando sin cuidado de ensuciar las batas. Muchachas estudiando, nerviosas, para las pruebas de ingreso, porque serán jueces o ingenieras.
Toda la provincia y toda Cuba pudiera conjugarse en femenino hoy, como todos los días. Así nos va, y así nos vemos.
• Ni flores ni ángeles, mujeronas
Sola y al aire libre, libre
Mis manos han moldeado este campo
Más culta es siempre más independiente
Tigresa en el estadio
El honor va en el pecho
No hay medio de expresión más poético que el cuerpo
Negra, mística e indómita, orgullosa
No hay seguridad más grande que estar con mamá
Los ojos siguen siendo los de una niña