Entre nasobucos, pesquisas, centros de aislamiento y vigilancia han pasado los últimos días en Ciego de Ávila, donde el primer caso confirmado a la COVID-19 se reportó el 24 de marzo.
Justo donde unos desestimaron el asunto otros asumieron la prevención como un ejercicio diario, y algunos salieron de casa con sus batas blancas al hombro, sin saber con exactitud cuándo regresarían. Esa incertidumbre, esos sentimientos encontrados y la esperanza que vibra tras cada gesto Invasor intentó captarlas.
No han mermado las colas, pero han ganado en organización
Cada pesquisa, garantía para la salud colectiva
La oferta de jarabes de medicina verde se ha incrementado en las farmacias
En los centros de aislamiento la distribución de los alimentos cumple medidas higiénico-sanitarias imprescindibles
Codo a codo con los profesionales de la salud trabaja el personal de servicio
El estado de ánimo de las personas aisladas es positivo
Aplausos para quienes salvan vidas
También los médicos en contacto con pacientes positivos han sido aislados
Desde un balcón aplauden a la vida