El precio del riesgo en las vías públicas avileñas

Al cierre de agosto Ciego de Ávila muestra una reducción de los accidentes de tránsito en relación a igual etapa del año anterior, sin embargo, algunos indicadores resultan preocupantes.

Para ella no será posible vestir de corto en sus fotos de 15, la cicatriz que le abarca la pierna queda como recuerdo de ese mal momento. A él, la vida le reservó una silla de ruedas para moverse, pues dejó a un lado el consejo amigo de no conducir después de beber. En ambos casos pudo ser peor, mucho peor.

Como fiera agazapada, atenta a la más mínima imprudencia o desperfecto en las vías públicas, surgen los accidentes de tránsito, dejando tras sí una estela de dolor, muerte y pérdidas económicas, que alertan miradas sensibles de la sociedad. En ese imaginario colectivo, ante la presencia del desastre en los medios de comunicación, muchos se mantienen alertas, mas otros lo ignoran y obvian escudados detrás de una baja percepción del riesgo.

Especialistas de la salud los denominan “epidemia silenciosa” que cobra cada año un importante saldo de víctimas mortales y de otras marcadas por el signo de la discapacidad, limitaciones, daños psicológicos; todas con repercusiones negativas más allá del siniestro para los seres queridos.

La provincia de Ciego de Ávila no escapa a esta realidad. De enero al cierre de agosto último, a pesar de disminuir la accidentalidad en comparación con igual periodo de 2018, las cifras son para que nadie quede insensible, pues, como promedio, cada uno y medio día hay un muerto o lesionado, mientras cada 38 horas ocurre un accidente.

•Horarios de mayor accidentalidad

Infografía

SOBRE DOS RUEDAS, PELIGRO

Al doctor Byron Gil Casas, médico intensivista del Servicio de Urgencias del Hospital Provincial General Docente Doctor Antonio Luaces Iraola, cada vez le llegan con más frecuencia pacientes afectados por siniestros en los que intervienen ciclomotores y otros ciclos.

“Se repiten con mayor asiduidad por cuenta de las indisciplinas sociales. Sucede que hay menores de edad manejando motorinas; las motocicletas y automóviles que circulan sin todo el rigor técnico necesario y de protección; así como la ingestión de bebidas alcohólicas, muy frecuentes en la actualidad, que inciden negativamente.

“Se ha producido un aumento en la cantidad de este tipo de pacientes, que muchas veces les cuesta la vida y —reflexiona— ¿existe algo más preciado? O pueden quedar con invalidez temporal o permanente y esto trae su repercusión no solo desde el punto de vista familiar, sino también del personal, y económico para el país.”

La sostenida importación de ciclomotores eléctricos por particulares a la Mayor de las Antillas, si bien resuelve en parte el problema de la movilidad ante la desfavorable situación del transporte público, entraña un peligro por la irresponsabilidad en su uso, especialmente para niños y jóvenes.

Ante esta realidad, fuerzas de la Policía Nacional Revolucionaria laboran con sentido profiláctico para cumplir lo establecido en la ley, referido a los ciclomotores. En tal sentido, el subteniente Héctor Félix Pérez Venegas, jefe del Destacamento de la Unidad de Tránsito en Ciego de Ávila, refiere que cuentan con un plan de enfrentamiento en el cual está contemplado la retención de esos vehículos en un depósito por 30 días, para los infractores.

Luego, al ciudadano se le exige presentarse al mes de concluida la sanción con el cumplimiento del curso para los trámites de la licencia de conducción, en este caso la subcategoría A-1, que se puede obtener a partir de los 16 años de edad y que regula también el uso obligatorio del casco de protección.

Y razones no faltan para las precauciones: el empleo de tal equipo de seguridad, de buena calidad, puede reducir el riesgo de muerte en un 40 por ciento y de lesiones graves en un 70, aproximadamente, según indican investigaciones de la Organización Mundial de la Salud.

“Estamos haciendo un trabajo fuerte con las motorinas y bicicletas eléctricas, las que incluyen a las conocidas como “sancocheras”, pero nos queda más por hacer”, reconoce Pérez Venegas.

“Nuestro trabajo es educar a todos estos muchachitos, los más incididos en el tema, para que se organicen. Alertar a los padres, que tienen muchísima responsabilidad, porque hoy el regalo de 15 años es una motorina y les están poniendo la muerte delante de sus hijos”, comenta.

Solo en el municipio cabecera, el de mayor cantidad de accidentes en la provincia, de los 81 lesionados registrados de enero a agosto del actual año, el 19,3 por ciento son menores de 15 años, vinculados fundamentalmente a ciclos, lo cual se incrementa con respecto al año anterior en el citado grupo etario. De ahí la importancia de regular para disminuir los negativos impactos de cotidianos sucesos que penden como espada afilada sobre nuestras cabezas.

PREVENIR EL DESORDEN

Entre las causas más frecuentes de accidentes en territorio avileño en el periodo analizado se encuentran: los animales sueltos en la vía, exceso de velocidad, el consumo de bebidas alcohólicas, la invasión de sendas, no respetar el derecho de vía, no guardar la distancia entre vehículos, conducir distraído, circular oscuro, los adelantamientos indebidos, conductores sin licencia y la maniobra de marcha atrás.

•La situación no es nueva, vea aquí lo que pasaba años atrás 

Recorte periodico

Un rosario de condicionantes que dan la medida de que existe más de irresponsabilidad y menos de fortuito que lo imaginado.

Las fuerzas del orden continúan con sus actividades de prevención más allá de la etapa veraniega, ahora enfocadas, entre otras, al control de vehículos estatales circulando los fines de semana en el horario después del mediodía, la vigilancia estricta en la Carreta Central y otras vías principales e inspecciones a tractores.

“En los últimos tiempos también hemos reforzado las notificaciones a peatones y ciclos. Además, se detectaron carretones que circulaban a oscuras por carreteras en horario nocturno, cuando tienen prohibido hacerlo del anochecer al amanecer, y animales sueltos en la vía, que fueron llevados a un depósito y decomisados”, explica Pérez Venegas.

“Como medida fundamental está el trabajo nuestro, la presencia para evitar el accidente, la prevención, el actuar diario de los oficiales de la vía”, concluye.

Otro aspecto a tomar en consideración son las inspecciones técnicas en la vía, en las que las autoridades cuando detectan vehículos en mal estado técnico les retiran la circulación e, incluso, la matrícula. Algunos poseen el certificado de apto emitido de hace pocos días. Sucede que hacen pasar gato por liebre al pedir piezas prestadas para el momento de pasar por el conocido como “Somatón”, burlan lo establecido y retornan a las calles con los mismos problemas.

Edgardo Castilla Delgado, jefe de planta de revisión técnica automotor Ciego de Ávila de la UEB Centro-Este, alega que su labor solo es una fotografía de un día del año, si vienen con determinado elemento que no pertenece al carro no tienen como demostrarlo.

Agrega que analizan solo la parte delantera al poseer una infraestructura móvil, carente de foso, y no se inspeccionan los camiones de pasajeros particulares, los cuales se remiten a Camagüey.

No obstante, el parque vehicular de la provincia (alrededor de 24 000 en total) registra un coeficiente de disposición técnica alto, incluso, por encima del de otros territorios de mayor cantidad y tamaño, con un 53 por ciento de aprobados en la primera ocasión, señala.

Sin embargo, aflora aquí la suspicacia en elementos como los “riquimbilis”, esa prueba del ingenio del cubano, comunes en zonas apartadas, sin autorización ni registro al violar lo establecido en el artículo 229 de la Ley 109 por estar construidos por partes y piezas, carecen de la verificación de los parámetros de calidad, muchas veces dejados a la improvisación y al empleo de lo que se tenga a mano. Lo legislado es el decomiso.

“Esos inventos no se catalogan dentro de los accidentes de tránsito porque no son considerados como vehículos, la gente te dice: ¡mira qué no hay nada para moverse!, pero resulta que incumplen con cuestiones mínimas de frenado, por citarte un ejemplo”, dice Sonia Hernández Talavera, secretaria de la Comisión Provincial de Seguridad Vial.

A pesar de ello, el factor humano continúa como el principal causante de los accidentes, de ahí la importancia de ofrecer capacitación a entidades donde laboran muchos choferes profesionales. Ya algunas piden la asistencia de especialistas en el tema, en otros casos no es así. Fundamental resulta el conocimiento de los porqués detrás de cada regulación para una actuación más responsable tras el timón.

Al respecto, Ramón Fernández Velázquez, primer suboficial, desde su experiencia de 21 años como miembro de la Motorizada, comenta que aún existen choferes profesionales sin el completo dominio de la Ley 109.

“Resultaría bueno que profesores y demás factores capacitados en seguridad vial fueran a esas empresas a darles cursos a los conductores, porque en sus manos tienen la responsabilidad de vidas humanas; por ejemplo, un día detengo a un chofer de la empresa de Ómnibus Nacionales por exceso de velocidad y no sabía que artículo había violado. Algo inconcebible.”

Como parte de las acciones se hacen estudios, reducción de límites de velocidad, aumento de la señalización en lugares estratégicos, tal es el caso del tramo comprendido entre Ciego de Ávila y Jicotea —el más peligroso—, denominado de conflicto o de alta concentración de accidentes y víctimas.

accidenteOrtelio GonzálezLas pérdidas materiales en la provincia por accidentes ascienden a 293 630 pesos

• Lea aquí sobre un reciente accidente en esa zona

“A ello se suma que hay dificultades con el recrecimiento de paseos, agrandamiento de las carreteras, porque no tenemos equipos de construcción para hacerlo; esa vía no posee el ancho técnicamente requerido y, en ocasiones, los choferes de carros grandes deben ser muy habilidosos al darse cruce”, comenta Hernández Talavera.

Golpea, además, el robo de señales, particularmente en la carretera central, vía rápida y la de principal acceso a la provincia, en la cual está prohibida la circulación de bicicletas, bicitaxis, vehículos de tracción animal, tractores y equipos pesados.

“A partir de octubre se visitará a la empresa Transmec por el inicio de la zafra, ya que usan camiones extralargos que representan una amenaza, pues son más anchos que la carretera. Ellos tienen una serie de regulaciones que deben de cumplir, pero en ocasiones no sucede así, no pueden entrar a todos los lugares (carreteras), pero muchos se escudan en que hay que cumplir con la campaña. Sí, pero la zafra sin muertos.”

Está previsto para finales del presente año o inicios de 2020 implementar un reordenamiento del municipio cabecera, que establecerá un acomodo del flujo vehicular en varias arterias de la urbe y pondrá en regla la circulación de bicitaxis y coches, muchos de ellos ilegales y manejados durante las noches por menores de edad.

Mucho queda por hacer, sobre todo ganar en el cumplimiento individual de cada usuario de la vía, evitar dejar a expensas de otros, en ocasiones, la vida, y no ser parte de una fría estadística que esconde dolores humanos indescriptibles. Para que el precio de la movilidad no sea tan elevado.

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