Educación avileña demanda más logopedas

El éxodo, por una parte, y la escasa matrícula de la carrera, por otra, tensan la disponibilidad de este tipo de especialistas en Ciego de Ávila, justo cuando más hacen falta

En condiciones ideales cada centro educativo perteneciente a las enseñanzas Primera Infancia, Primaria y Especial debería contar con un logopeda, como alguna vez fue en Ciego de Ávila. Sin embargo, la disponibilidad actual de estos especialistas en la provincia obliga a desarrollar nuevas estrategias de trabajo que garanticen la atención diferenciada a los estudiantes con trastornos en el lenguaje y la comunicación para continuar asegurando la calidad del aprendizaje.

Así lo deja saber a Invasor Nair María Tapia Barral, metodóloga provincial de la Educación Especial, mientras ilustra con números la situación: 15 logopedas activos en la Educación Especial, 26 en la Primera Infancia —con un déficit de seis en el municipio cabecera— y 64 en la Primaria, donde se concentran las mayores necesidades, dadas por el número de escuelas que comprende este nivel educativo, con un total de 244 en el territorio.

De ahí que, como explica María Esther Pol Luis, jefa del departamento de Educación Especial, para que ningún estudiante, en caso de necesitarlo, quede sin la atención de estos especialistas, encargados de velar por el desarrollo de la lengua materna, una de las alternativas aplicadas ha sido asignarles más de una institución educativa. En consecuencia, las escuelas fueron agrupadas a partir de la cantidad de niños a atender en cada una, identificados en los diagnósticos realizados, la proximidad de estas y su matrícula general.

Como otro de los motivos del actual déficit, Pol Luis sitúa a las jubilaciones, y si bien los recién graduados de la especialidad, en algún momento, significaron una tranquilidad al cubrir las plazas en cada centro de enseñanza, a día de hoy, el número de quienes se forman en la academia en el curso regular diurno no parece poder hacerle frente a la demanda, si, como precisa la metodóloga, en el cuarto año, que es el más próximo a graduarse, no se forman estudiantes de Logopedia, y en el resto son siete en tercero, 10 en segundo y nueve en primero. Panorama este que alarga la ubicación de nuevos especialistas hasta el curso 2023-2024.

Un escenario que, agrega, se torna más complicado ante el aumento, en los últimos años, del número de infantes con trastornos en el desarrollo del lenguaje y la comunicación, como consecuencia del tiempo de exposición a las pantallas (móviles, tablets, televisores, computadoras) que, en cierta medida, agravó el aislamiento en los hogares durante la pandemia de la COVID-19.

Ante esta situación, la experta hizo un llamado de atención a padres y cuidadores, teniendo en cuenta, además, las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud sobre la actividad física, el sedentarismo y el sueño para niños menores de cinco años.

Según el documento, el tiempo de actividades sedentarias frente a una pantalla deberá ser nulo para los menores de dos años, edad a partir de la cual y hasta los cuatro, recomiendan no exceder la hora, aunque cuanto menos mejor.

Al cierre de octubre, dentro de los niños con necesidades educativas especiales en la Primera Infancia identificados por el Departamento de Educación Especial de la Dirección Provincial de Educación en Ciego de Ávila, el trastorno del lenguaje acaparaba las mayores cifras con 166 en el Círculo Infantil, 56 en el Programa Educa a tu hijo y 136 en el grado preescolar en escuelas primarias, datos a los que, como reconoce Nair María, todavía escapan muchos pequeños que no llegan a diagnosticarse, al no estar incluidos en alguna de estas modalidades de la Primera Infancia.

Este diagnóstico, revela la jefa del departamento de Educación Especial, mucho ha contribuido a poder hacer frente a la falta de logopedas en determinados círculos infantiles, donde “otra de las vías es que la propia educadora pueda, a través de sus actividades, darle solución a esta problemática. En su preparación metodológica estamos trabajando para dotarlas de las herramientas necesarias”. Lo mismo ha sucedido con los promotores, en el caso del Programa Educa a tu hijo, quienes, sobre la base de este análisis, se preparan en cómo desarrollar y estimular el lenguaje ante situaciones como el tartaleo fisiológico, que suele presentarse entre los tres y cuatro años.

Pero las proyecciones, apunta María Esther, también tienen como objetivo llegar a la familia, en función de prepararla y orientarla para enfrentar estas necesidades educativas en el hogar, “porque muchas veces la familia lo esconde o le cuesta reconocerlo”.

Si de preparación se trata siempre han sido prioridad los recién graduados de Logopedia, los que continúan su formación posgraduada en cada municipio por los equipos multidisciplinarios del Centro de Diagnóstico y Orientación (CDO), en cuestiones como las estrategias de atención a desarrollar en cada institución a partir de las vías que da el perfeccionamiento educacional, a la vez que permite acercarlos a nuevas formas de trabajo.

A criterio de Pol Luis, para un centro de enseñanza de los niveles educativos Primera Infancia, Primaria y Especial, resulta imposible prescindir de un logopeda, pues, de conjunto con los psicopedagogos, son los especialistas que “se encargan de orientar y asesorar a los directivos y docentes sobre cómo trabajar de manera diferenciada para atender la diversidad que tenemos en todos los contextos educativos”.

• Esta investigación de la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez visibiliza cómo desde la Didáctica de la Educación Laboral y Artística en la formación del logopeda puede influirse en el proceso de enseñanza-aprendizaje para educandos con trastornos del lenguaje y la comunicación.