Es la segunda ocasión en que el gesto humanitario de estas organizaciones solidarias se materializa en Cuba
Unos 150 niños de Ciego de Ávila con discapacidades motoras recibirán sillas de ruedas donadas por organizaciones solidarias estadounidenses, en un gesto humanitario que ha convocado, también, a la Asociación Cubana de Limitados Físico-Motores (ACLIFIM), el Consejo de Iglesias de Cuba y la Cruz Roja.
Por segunda vez, Hope Haven (Refugio de Esperanza), Wheels a Cuba (Ruedas a Cuba) y Mazatlan Missions (Misiones Mazatlán) aunaron voluntades y recursos, y trajeron a Cuba un contenedor con más de 200 sillas de ruedas pediátricas. La primera ocasión fue en 2017 y se beneficiaron niños y niñas de la región occidental.
Mark Fernández, fundador de Wheels a Cuba, dijo durante el pequeño acto de recepción del donativo que lo motivan sus raíces cubanas (es hijo de cubano emigrado) y las ganas de mejorar la vida de los infantes en la Isla. “Verlos cómo mejoran su calidad de vida gracias a este equipamiento provoca en nosotros una alegría indescriptible, porque para ellos es liberador”.
El heterogéneo grupo coordina cómo procederán a entregar y ajustar las sillas a sus beneficiarios
Si la COVID-19 lo permite y se logra reunir lo necesario, un tercer envío podría beneficiar a la región oriental, específicamente a Guantánamo, apuntó Mark Fernández.
Por su parte, James Schofield, coordinador de Mazatlan Missions, señaló que su organización sin fines de lucro tiene base en países centroamericanos, entre ellos Guatemala, y desde allí ha coordinado asistencia y ayuda solidaria durante 20 años. “Todavía estamos trabajando en Puerto Rico, donde el huracán María dejó graves daños en infraestructura”, comentó.
Como parte de la donación, integrantes de este grupo solidario asistirán a los niños beneficiados, al ajustar las sillas a sus necesidades específicas. Entre los técnicos está Duane Waack, veterano de la guerra de Vietnam en 1969, quien manifestó haber regresado de esa experiencia con la convicción de que debía aportar (devolver, es la palabra exacta) a los demás. Aprovechó sus conocimientos sobre la mecánica de las sillas de ruedas y desde 2002 se unió a Hope Haven.
En el pequeño acto, que tuvo como sede los espacios de la sala techada Giraldo Córdova Cardín, Julia Esther Ferrá Santos, presidenta de la ACLIFIM en Ciego de Ávila, agradeció el donativo y resaltó los puentes de amor y solidaridad construidos entre los pueblos de Estados Unidos y Cuba.
Según comentó, la provincia tiene 170 niños afiliados a la ACLIFIM (111 varones y 59 niñas) y no todos disponen de una silla de ruedas, por lo que el gesto de las organizaciones estadounidenses tiene un impacto, incluso, mayor.
Las sillas de ruedas llegan a suplir las carencias de muchas familias en la provincia
En sus palabras de agradecimiento y bienvenida, el reverendo Noel Fernández Collot, miembro del Consejo de Iglesias de Cuba y coordinador durante 25 años de la Pastoral de Personas con Discapacidad de ese ente ecuménico, ponderó el momento en el que llega al territorio esta donación. “Sin mirar lo que nos divide, concentrémonos en lo que nos une, para que muchos niños puedan sonreír”.
Desde este miércoles y hasta el final de la semana, los niños con discapacidad motora de toda la provincia llegarán hasta la sala techada, en una operación de traslado garantizada por los gobiernos municipales y con apego al cumplimiento de medidas de contención ante la COVID-19. De allí saldrán sobre ruedas y, seguramente, con sonrisas.