Hoy, tercer domingo de julio, los parques, plazoletas, terrenos deportivos, áreas recreativas y otros sitios públicos de Cuba y el mundo, debieran colmarse de niñas y de niños, en medio de esa algarabía que lo deja a uno preguntándose si en verdad estamos en presencia de una actividad infantil o delante de una gran colmena.
Así sucedió, año tras año, hasta que llegó el indeseable nuevo coronavirus para obligarnos a permanecer dentro de casa, lo más lejos posible de las múltiples formas en que podemos ser víctimas del contagio.
Los 1 440 minutos de este 18 de julio, sin embargo, no deben perder su olor y su sabor a infancia. Está tan arraigado el Día del Niño en nuestro país, que algo —miles, millones de iniciativas— se les ocurrirán a padres, hermanos mayores, abuelos y vecinos, para que los más pequeños del hogar no se sientan olvidados en tan sensible fecha.
Sean estas imágenes modesta expresión del derecho total de la niñez cubana —ayer, hoy y mañana— a esa felicidad por la que el Estado Cubano tanto ha hecho… y continúa haciendo.
Un beso a toda Cuba desde casa
Por la felicidad de ellos… ¡todo!
Maldades, ocurrencias…
Ayer en la plaza, en el pecho siempre
Protegida y custodiada
Aquí estamos, así somos
Claro que volveremos a botarla de jonrón
Mensaje infantil de aliento en medio de las adversidades
Así vimos ayer a Ciego de Ávila, así lo veremos otra vez
Cuba siempre los amará, así de grande