Irma le dio con toda su fuerza. Ha pasado casi un año y todavía no son pocas las llagas que duelen sobre la piel de ese caserío, en cuya estructura parece predominar una semi anarquía de años, sin subestimar los intentos de semi ordenar el mismo espacio que bosteza la mayor parte del calendario, para convertirse, durante julio y agosto, en epicentro donde confluyen cientos de familias, pertrechadas de todo lo que demanda la rutina hogareña.
Porque lo otro, lo que de verdad la gente busca, está allí, en el mar y su oleaje, en el remendado espigón, desde el cual niños hasta personas de la tercera edad saltan al agua; en la brisa cargada de un salitre que endulza el espíritu, en la venta de alimentos ligeros y “pesados”, líquidos y sólidos…
Así ha sido por décadas la Playa de Cunagua, la playa de los pobres (al decir de un viejo amigo, como si en Cuba hubiera ricos), aunque en verdad deviene la playa de todos, porque a nadie le ha cerrado ese vial de acceso que también el municipio de Bolivia zurce, como puede, para que vistan su mejor y más seguro paso vehículos de todos los tiempos, marcas y zonas, de la provincia e incluso más allá.
Y es que sigue siendo la playa de los pequeños Kárel, Carla y Dennis, chapoleteando agua; la de los parapentes contrastando con el caballete de guano de las casas, la del joven doctor Raudel Roca Doporto atendiendo a todo el que llega, casi siempre porque “se pasa”; la de los eléctricos instalándoles el servicio a quienes arriban y lo solicitan, la del aguatero Leandro García Cruz empatando un viaje con otro, en pipa; la de Jasiel Vaillant León lamentando un solo día de estancia…
Pero, sobre todo, es Cunagua la playa de los que confían en que mañana puede estar mucho más limpia y organizada, con el concurso de todos, aunque se diga lo que nadie quiere suceda: que se la tragará el mar antes de que el tiempo se haya tragado en cien bocados al presente siglo.
Cunagua, entorno natural tranquilo y saludable
Tradición y nuevos tiempos
El municipio hace un extraordinario esfuerzo para asegurar el abasto de agua
Cada quien se divierte a su manera
Ofertas a mano
Garantía de atención médica
Atractivos por encima de las olas
Vital el transporte en función del sano esparcimiento
Recuperación y daños de una vez
Hay quienes prefieren esta opción
Servicio eléctrico directamente en casa
Detalles que afean el entorno y sientan peligro para la salud
La huella que dejó Irma