Cuando la memoria se vuelve compromiso

En el Parque Maceo y el Panteón de los Caídos, Ciego de Ávila renovó este 7 de diciembre la promesa de no olvidar a quienes lo dieron todo por la Patria

Por la mañana, el sol de diciembre bañaba las placas del Parque Maceo mientras una columna de dirigentes, jóvenes y pueblo avileño se congregaba para un acto que se repite cada año, pero que nunca envejece.

Era 7 de diciembre, fecha en que se cumplen 129 años desde que el Mayor General Antonio Maceo y el Capitán Panchito Gómez Toro cayeron en combate, y también 36 desde aquella Operación Tributo que trajo de vuelta a casa los restos de quienes ofrendaron su vida en misiones internacionalistas.

No fue un acto más. Fue, como lo definió uno de los presentes, “un momento de reafirmación”, de esos que obligan a mirar atrás para entender mejor el presente.

Daniel Acosta Peláez, miembro del Buró Municipal de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), habló con la convicción de quien sabe que los héroes no son estatuas frías sino ejemplos vivos. “Maceo y Panchito están entre nosotros”, dijo, y nadie dudó de que así fuera.

Luego recordó la Operación Carlota, aquella gesta de solidaridad que cumple medio siglo, y la Operación Tributo, “encabezada por nuestro Comandante en Jefe, que siempre tuvo esa visión larga de ayudar a los pueblos del mundo”.

Odelsys Valcárcel Pérez, al frente de la Federación de Mujeres Cubanas provincial, llevó la voz de las mujeres avileñas. “Para nosotros significa mucho rendir tributo a los héroes de la Patria”, expresó con emoción contenida. Y agregó algo que resonó en el silencio atento de los presentes: “Hoy más que nunca tenemos que estar aquí de frente en la trinchera de combate defendiéndola”.

La juventud también tuvo su palabra. Yaniris Luis Machado, de la UJC, habló en nombre de una generación que hereda batallas ajenas pero las asume como propias. “Mi compromiso es irrevocable con nuestros héroes”, declaró. “Somos la continuidad de nuestro pueblo y es un orgullo rendirle homenaje. La juventud es la clave fundamental, la continuidad del proceso revolucionario”.

Durante la alocución en el Parque Maceo, se evocó la Protesta de Baraguá como “el más puro ejemplo de dignidad cubana”. Aquella frase mambisa volvió a escucharse: “No aceptamos ni aceptaremos jamás una paz sin independencia”.

homenaje

Después, la comitiva se trasladó al Panteón de los Caídos por la Defensa, en la necrópolis local. Allí, la ceremonia adquirió otro tono, más íntimo, más doloroso. Se cumplían 36 años de aquel 7 de diciembre de 1989, cuando Cuba recibió en sus brazos a los combatientes caídos en tierras lejanas.

La oradora principal evocó el dolor y la dignidad de aquel momento. Habló de “aquellos valientes que ofrendaron su vida en defensa de la soberanía en países hermanos” y subrayó que su sacrificio fue por un principio: “El internacionalismo no es una frase bonita, sino una práctica consecuente”.

El mejor homenaje, dijo, no está en las palabras sino en “la acción de estudiar, trabajar, crear, innovar y defender con la misma entrega que ellos combatieron”. Y hubo un reconocimiento especial para los familiares de los caídos, “guardianes de su memoria”.

Entre los presentes estuvieron Yuslayvis Borges González, del Buró Provincial del Partido Comunista de Cuba; Hiorvanys Espinosa Pérez, vicegobernador; Misleydis Abad Modey, primera secretaria del Partido en el  municipio; Viviana Martínez Cárdenas, presidenta de la Asamblea  Municipal  del Poder Popular; y el Teniente Coronel (r) Mario Martínez Noa, presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana en el territorio.

Cuando todo terminó, el sol seguía allí, testigo silencioso de que en Ciego de Ávila la memoria no es cosa del pasado, sino compromiso del presente.