COVID-19 en Cuba: la relativa normalidad

Mucho se ha debatido desde que, el 15 de mayo, la Organización Mundial de la Salud advirtiera que el nuevo coronavirus podría quedarse. El SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, nos arrastra a una relativa normalidad en todos los ámbitos de las relaciones sociales: trabajo, casa, escuela, calle.

No obstante, los resultados han sido favorables a partir del 24 de abril, cuando, según los expertos, Cuba alcanzó el pico de la epidemia. En casi todos los cierres del día anterior, son menos los casos detectados y activos en el país, también con cierta relatividad en las secuencia de las cifras.

• Consulte: Cuba se prepara para la fase endémica de la COVID-19: ¿Qué esperar en los próximos meses?

Indudablemente, “por el comportamiento de los últimos días podemos hablar de una tendencia a un control de la enfermedad. Esto se refleja tanto en los casos activos como en los reportes diarios. Este control significa que el sistema de salud puede soportar lo que viene a futuro, que es la endemia”, aseguró a Cubadebate el doctor Pedro Más Bermejo, vicepresidente de la Sociedad Cubana de Higiene y Epidemiología.

Por su parte, Armando H Seuc, Dr.C Matemáticas de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, explica que en países con un pico epidemiológico de hace más de dos semanas y donde la curva se mantiene a la baja como en Cuba, los rebrotes no alcanzan las mismas cifras que antes. De ahí, estar preparados para asumir lo que resta del enfrentamiento, lejos de ser menos que lo hecho.

“No es para confiarnos, pero cuando un país continúa bajando la curva de esta manera es muy difícil que se revierta la tendencia. Habría que desmontar todas las medidas tomadas para que se nos fuera de las manos, de ahí la importancia de mantener hasta el final el cumplimiento de las orientaciones del Gobierno”, subrayó.

Los entendidos aseguran que estamos iniciando la fase de endemia, o lo que es lo mismo, un período en el que debemos aprender a convivir con la enfermedad.

Coexistiremos entonces con la presencia habitual del padecimiento en una zona o grupo de población, que sufrirá los ciclos a menudo y a un ritmo esperado.

Sin embargo, actualmente 29 enfermedades transmisibles o alguna de sus formas clínicas se mantienen controladas en Cuba. La COVID-19 no será más.

A partir de este momento, explican los conocedores del tema, se impone un mayor control de la enfermedad, un seguimiento más preciso de cada caso detectado y un riguroso proceso de desescalamiento de las medidas de aislamiento, teniendo en cuenta las características de cada lugar.

Los nueve casos confirmados al cierre del día de ayer, 27 de mayo, cubanos todos, vuelven a robar gestos igual de favorables que el estado de la pandemia en la Isla.

Desde el 24 de abril, cuando se define el pico, nuestros actos como ciudadanos y el accionar constante de los trabajadores en las instituciones sanitarias han permitido que 23 de los últimos 33 partes recojan números inferiores, muy inferiores o iguales a 20 muestras confirmadas por jornada.

Gráfico

También recordemos que Cuba es el país con el mayor por ciento de pacientes de COVID-19 recuperados en Latinoamérica. De los 1 983 pacientes diagnosticados en la nación, se acumulan 82 fallecidos (ninguno ayer), dos evacuados y 1 734 recuperados (10 altas en el día de ayer), que representa el 87.4 por ciento del total.

Hasta el 24 de abril habían fallecido en Cuba 51 personas y, de esa fecha a la actualidad, lamentablemente han muerto 31 más, o sea, 20 menos. En los últimos 33 partes, el máximo de decesos en un día ha sido de cuatro (al cierre del 6 de mayo) y en 17 no se ha reportado alguno.

• Lea el parte de cierre del día 27 de mayo

Más allá de que el desempeño de la epidemia en el país ha estado controlado, la relatividad de las cosas en los próximos meses queda dicha por Armando H Seuc, Dr.C. Matemáticas de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana.

“Lo que sucede en La Habana es algo habitual a lo que acontece en otras epidemias al tener la condición de ciudad capital. La proyección es que para el día 80 (30 de mayo) el país esté en endemia, pero La Habana se mantendrá reportando activos hasta los 120 días (10 de julio).

“Luego del día 80 la ciudad es la que va a cerrar la epidemia. El cálculo es que para el 15 de junio tengamos muy pocos casos. Como podemos ver en los gráficos La Habana incluso tuvo el pico desplazado al del resto del país.”

Bajo supuestos de los expertos, “si se mantiene la endemia, el primer rebrote debe ocurrir a mediados de noviembre, lográndose estabilizar a lo largo del tiempo, al igual que ocurre con los susceptibles”. Los cubanos, especializados en sacar conclusiones, abreviamos: “sabemos lo que nos espera”. Que así sea.