Nueve días en línea sin positivos provocan tranquilidad y susto, en dosis similares.
Ahora que rondamos otra vez los 10 días consecutivos sin confirmar nuevos contagios con el SARS-CoV-2 en Ciego de Ávila no puedo dejar de ponerme en modo paranoide y esperar malas noticias de un momento a otro. ¿Le sucede a alguien más que esta calma también le da miedo?
Coincidiremos en que la posibilidad no es remota. El territorio tiene aún cuatro controles de foco abiertos, incluido un evento de trasmisión local en Turiguanó, y de cualquiera de esas “chisteras” podría saltar un “conejo”. En realidad de cualquier lugar podría salir un caso conectado o aislado. Así sucedió en Ranchuelos, Villa Clara, donde la visita de un pariente de La Habana trastocó la tranquilidad del pueblo.
¿Quién puede asegurar que, así como las calles avileñas ya volvieron a la “normalidad”, no haya carros de alquiler haciendo viajes hacia otras provincias, “normalmente”? ¿Quién puede asegurar que el 100 por ciento de los pomos con solución clorada estén a las puertas de cada establecimiento y, todavía mejor, que se utilicen? ¿Quién puede cerrar los ojos y dormir tranquilo sabiendo que las colas siguen allí, inamovibles como el dinosaurio de Monterroso, o como ellas mismas, que ya han construido su propia leyenda?
A estas alturas, dirían los supersticiosos, nos resta lavarnos bien las manos… y cruzar los dedos.
Los números de hoy
Lo único cierto por el momento es que al cierre del 21 de mayo Ciego de Ávila no reporta nuevos casos, por lo que el acumulado se mantiene en 93, de ellos tres fallecidos y 85 recuperados, y ya son nueve días en línea.
En esta casi semana y media sin positivos ha decrecido la cantidad de personas en vigilancia a 256, de ellas 83 en centros de aislamiento, la cifra más baja desde el 3 de abril último. De los viajeros que arribaron después del 24 de marzo solo uno se mantiene aislado.
La pesquisa continúa encontrando infecciones respiratorias, pero las comisiones evaluadoras ayer no consideraron ninguna como sospechosa. De hecho, el total de sospechosos de COVID-19 en la provincia se ha incrementado a una velocidad menor, después de rebasar los 1000 el 5 de mayo: al cierre del jueves se contabilizaban 1121.
Composición de las muestras enviadas y confirmadas 22/05 de Sayli Sosa
Esto quiere decir que en el primer mes de la epidemia en Ciego de Ávila la mayoría de los casos confirmados fueron sospechosos (33), pero en camino al segundo mes la proporción varió en favor de los asintomáticos (57), que representan ya el 61 por ciento.
La conclusión más simple es que ahora es mucho más difícil encontrar a los positivos: de los 11 confirmados en lo que va de mayo, solo el fallecido (caso 90) mostró síntomas respiratorios, el resto no solo no los tenía en el momento de la muestra, sino que nunca los desarrollaron. De ahí que los cinco avileños hospitalizados mantengan una evolución favorable.