Ciego de Ávila: electricidad sin cobro a domicilio

Las nuevas formas de pago de la factura del consumo mensual de la electricidad se hallan en fase de prueba en el territorio de Ciego de Ávila, y en la comidilla de los implicados.

El progreso tecnológico y social, además de la observancia de la legalidad, median en la decisión adoptada por la Unión Eléctrica de ir eliminando de forma gradual el cobro a domicilio.

“Por ahí andan los porqués, que la población se puede estar preguntando en estos días iniciales —expone Daniel Pérez García, director Comercial de la Empresa Eléctrica (EE) avileña. Sucede que, con los avances tecnológicos, es creciente la cantidad de opciones que va teniendo la familia para saldar sus deudas.

“Hay a quienes les resulta, incluso, más cómodo pagar la factura cuando van a determinados mercados que poseen las terminales digitales de datos (pos); en los correos, o, también, a través de los cajeros automáticos, cuando cobran el salario del mes, o mediante el empleo de la Telebanca.”

Por otro lado, valora el Director Comercial de la EE, tampoco es conveniente que un trabajador ande por la calle con varios miles de pesos (del Estado) en su poder, como sucede cuando uno de estos cobradores acumula unas horas en su recorrido.

“Aunque el experimento comenzó en junio, con una muy reducida muestra en cada municipio, que incluye solo a 8 140 clientes residenciales, de los más de 157 000 existentes en la provincia, se aprecia determinado incremento de la presencia en nuestras oficinas comerciales, y que otro segmento significativo escogió a los Correos como segunda opción.

“Vamos a ver qué surge a partir de septiembre, cuando cada cobrador entregue, al menos en uno de sus recorridos, el modelo o factura en el domicilio, sin la realización directa del cobro. Lo que sí puedo sostener es que no vamos a adoptar ninguna decisión apresurada. Probaremos hasta hallar, en cada lugar, lo más favorable para cada quien”, asegura Daniel.

Mas, de lo que se trata, es de un servicio apreciado a lo largo de los años, de prescindir de una significativa comodidad, ofrecida en la puerta de la casa; además —analizamos con el directivo—, el impacto económico que tendría el hecho de que cientos de personas se ausentaran del trabajo para hacer la cola, porque les pueden “cortar” la corriente eléctrica.

Sobre las primeras experiencias, Juan Enrique Rodríguez, administrador de la Oficina Comercial de la EE, ubicada en el Micro de la capital avileña, no aprecia cambios muy significativos: “la mayoría (60,7 por ciento) pasó por aquí, y el 21,9 lo hizo en los correos”.

Sin embargo, “aunque la ruta escogida es una de las de mayor número de clientes (349), en la calle Bembeta, de Julio Antonio Mella a Maceo, por su céntrica ubicación, a mi entender no constituye la muestra ideal para el ensayo, ¿qué pasará cuando falte este servicio en la zona rural o suburbana, del reparto Aeropuerto o el llamado edificio del Pediátrico?

“Para ese momento estamos en la obligación de prepararnos bien; señalo eso porque ya por estos días hemos tenido mañanas con más de 100 personas esperando afuera; y, aunque disponemos del personal adiestrado para abrir nuevas ventanillas, siempre es un tiempo empleado por el cliente; a lo cual añadimos que los días martes y jueves mantenemos la Oficina abierta hasta las 6:00 de la tarde.

“Lo otro —agrega Juan—, dependerá de la calidad del servicio que ofrecen las entidades conectadas con los bancos digitales de información, que ofrezcan a tiempo completo garantía de conexión con otros sistemas, para responder, digamos, a la solicitud de pos en las tiendas y, también, a la existencia de dinero en los cajeros. Y, muy importante, continuar elevando en la población las habilidades en el uso de las nuevas tecnologías.”

Visto el experimento, apenas desde la apertura, la disposición que implementa la Empresa Eléctrica alterará menos la gestión cotidiana de aquellas personas que viven o trabajan en áreas urbanas céntricas; pero representará una carga adicional en sus obligaciones para aquellas que residen en lugares más apartados, agravada en los ancianos con problemas al andar.