Cuando los fuegos artificiales anunciaron que el 2018 era historia, Ciego de Ávila vibró de alegría y la fiesta ganó en esplendor. La agradable temperatura de estos días tributó a que se sudara menos en el baile. En definitiva, mucho se trabajó para disfrutar del jolgorio por los 60 años de la Revolución.
Parte de la población mantuvo la costumbre de “darle un toque” de pintura a sus casas, los centros de trabajos expusieron adornos, fotos y banderas alegóricos a la fecha, y se laboró fuerte en varias obras de beneficio social.
¿Qué todo funciona de maravillas? No es cierto. Ah, pero existe la voluntad de hacer lo posible con tal de que la provincia mejore, y que el bienestar llegue a sus comunidades, a los sectores más vulnerables, a la gente que ha defendido a Cuba por más de seis décadas y que no decae, aunque los años pasen.
Las instalaciones del Parque de la Ciudad han rejuvenecido sus imágenes
Los árboles han crecido y tributan a la estética de las instalaciones recreativas
El ranchón de Palmares se mantiene en la preferencia
Las faenas constructivas se mantuvieron durante los días finales del año, elemento que debe reconsiderarse. Lo ideal sería construir de manera estable para no caer en los dañitos maratones laborales
La esquina “del Algarrobo” (intersección de las calles Margarita y Marcial Gómez) tiene ya una atractiva y funcional imagen
El ordenamiento vial mejoró con la instalación de varios semáforos y pasos peatonales
Las novedades continúan en el Parque de la Ciudad
La feria, siempre activa
En los días de fin de año hubo ventas de alimentos en varios puntos de la provincia