Ellos no le conocieron, pero el ejemplo de aquel argentino con alma de cubano bastó para que parezca que lo hicieron. Con toda naturalidad te hablan del hombre que recorrió la América del Sur en motocicleta, que se embarcó en el yate Granma para defender una causa que creyó suya desde el primer momento y del médico, luego convertido en Comandante, que toda Cuba aprendió a querer.
Y entiendes que no ha muerto. Que su semilla de hombre nuevo pudiera estar germinando en quienes cada mañana dejan clara su aspiración: "¡Pioneros por el comunismo, seremos como el Che!" Porque más de uno se ha soñado como él, ganándose el corazón de una Isla a fuerza de hacer y no de decir, echándole la pelea al asma, pues cosas como esas no rinden al hombre, y desandando otras tierras del mundo que reclaman el concurso de sus modestos esfuerzos.
Por eso este 8 de octubre, mientras miles de padres y maestros desbordados de orgullo colgaban las pañoletas azules en el cuello de los infantes avileños para marcar su ingreso a la Organización de Pioneros José Martí, el espíritu del Guerrillero Heroico se multiplicaba. Hoy seguimos creyendo que “el Che no murió nunca y que en la realidad de los hechos, vive más que nunca, está más presente que nunca”.
La Organización de Pioneros José Martí les da la bienvenida
Todos quieren ser como el Che
Una instantánea familiar para recordar el momento
A partir de hoy este será el saludo matutino
Madre e hija comparten la felicidad del acontecimiento
La pañoleta azul los hace sentir más grandes
Ahora habrá que aprender a hacer el nudo marinero
Orgullo de pionera
Llevan pañoleta roja, pero no olvidan el día en que recibieron la azul