Un viaje de ida y vuelta a los cayos de Ana María, al sur de Ciego de Ávila
Ciego de Ávila no se acaba, por el Sur, en Júcaro. Kilómetros más allá, mar adentro, un laberinto de islotes y cayos conforman la última frontera avileña. En el Golfo de Ana María, antesala de Jardines de la Reina, decenas de cayuelos llanos y muy bajos, pantanosos y siempre inundados, integran un área protegida y refugio de fauna, de significación nacional, desde 1997.
A ellos solo se puede acceder por vía marítima, porque el Pedraplén Sur, émulo del que unió tierra firme con Cayo Coco, nunca se terminó. De todas formas, no hay allí servicios para turistas ni edificaciones, sino estaciones de conservación de la flora y la fauna.
En Cayo La Loma, una estación biológica se ha dedicado a estudiar, fundamentalmente, la presencia de iguanas y jutías congas y conguinas, dos de las especies que habitan los cayos. Otros representantes de la fauna son las aves, entre las que se han avistado los zunzunes, los carpinteros verdes, la torcaza cabeciblanca, la corúa de mar y la paloma rabiche. De la flora la especie más saludable y próspera en ese hábitat es el mangle rojo, aunque también se observa el mangle prieto, la yana, la tuna brava, la pitahaya y el patabán.
El fotógrafo Eric Yanes Rodríguez hizo el viaje de ida y vuelta a Cayo La Loma y ahora nos regala la travesía.
Antes del Huracán Irma, este cartel anunciaba el camino
Los jucareños aman el mar, aunque a veces los traicione. Allí, dicen, hasta los perros son “acuáticos”
Con la proa al Golfo, en busca de los cayos
Usted la ve tan quieta, bonita incluso, pero esto es “agua mala”
La poca profundidad de las aguas en los canales deja ver el pasto marino
Aunque quedó a medias, el Pedraplén Sur no estuvo bien hecho y se notan los efectos negativos del agua estancada
También tienen efectos nocivos la pesca y caza furtivas
El mangle es una de las especies de flora más abundantes en los cayos de Ana María
Con el sol en el horizonte, se divisan los islotes
En Cayo La Loma, una estación biológica protege y estudia la flora y la fauna del lugar
Sin miedo, las iguanas posan para la cámara
A lo lejos, los camaroneros terminan su faena del día
Hombres de mar, que sudan sal y sueñan con ¿sirenas?
A veces, hay sorpresas no tan bonitas en las morrallas
Con esta vista la promesa es regresar