El sitio digital CubaSí reflejaba el 20 junio del 2020 en un artículo la emoción de una paciente de 92 años recuperada de la COVID-19 en Andorra, la cual se despedía con un abrazo de la Licenciada en Enfermería, de Cuba, Arelys Roque de Escobar Ruiz, y calificaba de maravilla a los profesionales de la Isla.
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La anciana, como muchos otros enfermos ingresados en el Centro de Aislamiento sociosanitario El Cedre, en Andorra, no fue indiferente a la sensibilidad y entrega de los integrantes del Contingente Internacionalista Henry Reeve, llegado en los momentos más críticos de la pandemia para poner sus conocimientos al servicio de los más necesitados.
De aquellos días recuerda Arelys, trabajadora del Sistema Integrado de Urgencias Médicas (Sium) en el municipio de Chambas, en la provincia de Ciego de Ávila, que cuando llegó el frío era enorme, las condiciones difíciles y la tasa de mortalidad muy alta, pero al paso de los días mejoró la situación y aumentó el número de pacientes recuperados.
Son muchas las anécdotas que atesora de aquella misión, entre ellas, el abrazo de Teresa Plana, la abuelita reseñada en el artículo de CubaSí, y el de otra anciana, que a pesar de la falta de aire como secuela del virus, le tomaba las manos y agradecía con voz entrecortada a Cuba por la ayuda y por su humanismo.
Madre de tres hijos, una de ella también vinculada al sector de la salud, Arelys ha sorteado la preocupación de su familia y retornado en más de una ocasión a la zona roja para ofrecer sus servicios lo mismo en la sala de terapia en el hospital Roberto Rodríguez, de Morón, que en México, en aras de contribuir a salvar vidas frente a la pandemia del virus SARS CoV-2.
“Es duro —reflexiona— ver a las personas, que cuando están cerca de la muerte es que se percatan de lo que pudieron hacer antes para protegerse y no hicieron.
“Qué lindo sería que todo el mundo tuviera conciencia de eso, porque así cuántas vidas pudieran salvarse.
Esta experimentada enfermera, que ha tenido que lidiar con pacientes graves de COVID-19, no deja de alertar sobre la importancia de cumplir los protocolos de higiene para evitar los contagios con el peligroso virus y asegura estar lista para asumir la tarea que le encomienden tanto dentro como fuera de la Patria.
Como ella, otros 200 profesionales de la Salud de la provincia avileña han sido llamados a integrar las filas de 32 brigadas del Contingente Henry Reeve desde que comenzó la pandemia, para dejar su apoyo solidario en unos 27 países.
“El agradecimiento de cada persona recuperada, a Cuba, por su humildad y sensibilidad, es la mejor recompensa que he podido recibir después de cada misión”, afirma Arelys en su despedida.