Supongo que en el mundo entero, “todo el mundo” ve sus amaneceres y atardeceres como los más hermosos del planeta.
Sin menosprecio para otras latitudes, en Cuba ambos momentos devienen incomparable obsequio de la naturaleza, en especial para quienes tienen la sensibilidad de ver y de apreciar.
Luces y sombras se empeñan en tornar mucho más impresionante el mismo paisaje que no cambiará de forma, ni de lugar a cualquier otra hora del día.
Estas imágenes corresponden a las albas y crepúsculos en la geografía de Ciego de Ávila, al centro del Archipiélago cubano, y esperamos que satisfagan las exigencias de nuestros lectores.
Entre árboles
Luz y sombra
Ardiente atardecer
Despertar en la circunvalación avileña
Pupila en el atardecer
Estampa criolla
¿Atardecer o descarga eléctrica?
Estación de ferrocaril de Violeta
Camino del sol naciente