Alarma en Ciego de Ávila por ascenso de enfermedades transmitidas por mosquitos

La provincia de Ciego de Ávila reporta un incremento en el número de pacientes febriles y una tasa de incidencia con comportamiento irregular, pero con clara tendencia al ascenso, situación que ubica al territorio en zona de alarma, según el canal endémico, informaron autoridades sanitarias.

El Dr. José Luis López González, subdirector de Epidemiología del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, confirmó que durante la quinta semana de transmisión se mantiene la circulación de arbovirosis, con la identificación del virus del Dengue serotipo dos, el cual se suma al tipo tres que circulaba desde hacía tres años.

“En estos momentos la provincia se mantiene con un ascenso en el reporte de pacientes febriles, con una positividad de una tasa de incidencia en las últimas semanas que ha tenido un comportamiento irregular, pero con tendencia también al ascenso”, explicó el especialista.

Señaló que los municipios con mayor reporte de febriles en las últimas cinco semanas son Ciego de Ávila y Venezuela, aunque todos los territorios muestran incrementos. Asimismo, se observa un aumento en la reactividad o casos sospechosos en las últimas semanas en los municipios de Ciego de Ávila, Florencia y Chambas.

El Dr. López González detalló que, además del Dengue, en la provincia se confirma la circulación del virus Oropouche y se tienen casos aislados de Chikungunya.

“Las condiciones medioambientales están creadas, están propicias también. Está lloviendo, hace calor. Tenemos personas enfermas y está el vector”, alertó el epidemiólogo.

Frente a este escenario, se mantienen las acciones antivectoriales, las cuales se realizan de manera estratificada y focalizada en las viviendas donde se confirman casos febriles reportados por el sistema de salud.

“Hoy no se está haciendo como antiguamente se hacía, que se fumigaba todo el universo, hoy se hace estas acciones por estratos, donde tenemos el febril que acudió al médico”, explicó.

Esto significa que se fumiga la casa del paciente febril reportado y las viviendas adyacentes (a ambos lados y al frente). El directivo enfatizó la imposibilidad de actuar en zonas donde las personas con síntomas no acuden a los servicios de salud, ya que no entran en el registro para la fumigación planificada.

“Nosotros, como siempre, mantenemos la exhortación a todas las personas que cuando tienen fiebre, se sientan mal, que acudan a su médico de familia o cuerpo de guardia más cercano, ya sea el policlínico o el hospital”, recalcó.

De esta forma, el médico puede evaluar al paciente, determinar si requiere ingreso domiciliario u hospitalario, realizar el seguimiento correspondiente y activar de inmediato las acciones de control antivectorial en su entorno.

Para asegurar la sostenibilidad de estas acciones se mantiene un trabajo conjunto con el Gobierno provincial, en aras de garantizar recursos como el combustible, necesario para el tratamiento focal.

Paralelamente se analiza la situación medioambiental, con énfasis en garantizar el agua segura en los hogares y la recogida de desechos sólidos, sobre todo en las zonas identificadas como más afectadas por pacientes febriles y por reactividad de Ia Inmonoglobulina M (IGM) o monosuero de dengue.