Acueducto busca estabilizar distribución de agua en Ciego de Ávila

La falta de equipamiento y componentes ha impedido rehabilitar las redes en el centro de la ciudad cabecera, donde la población se queja porque no llega el preciado líquido

El problema de la distribución de agua en la ciudad de Ciego de Ávila es calificado como crónico por algunos, dada la periodicidad con que tienen lugar las afectaciones al servicio y las capacidades reales de la entidad rectora para garantizar la llegada del líquido con estabilidad a todos los consumidores.

Sin embargo, no pueden obviarse condiciones objetivas como el deterioro de las redes hidráulicas de hierro, que datan desde la década del 40, del siglo pasado, agravado por la acumulación de magnesia en las tuberías, por las características del agua en la región, así como el incremento de las áreas que deben abastecerse, en correspondencia con el crecimiento poblacional, y las fugas por salideros.

Sin ánimo de justificar la causa de las múltiples quejas de la población, Deynis González García, director de Operaciones de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado Ciego de Ávila (EAACA), explica a Invasor que las limitaciones impuestas por el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos a Cuba, han impedido la adquisición de cuatro equipos de bombeo aprobados por crédito y se desconoce la fecha exacta en que podrán contar con ellos.

Hoy, explica, el ciclo de distribución de agua es cada tres días, y para ello la ciudad está dividida en dos zonas: la norte, a la cual se suministra desde la estación de Ruspoli, y la sur, abastecida por el tanque apoyado que se encuentra a la salida hacia el municipio de Venezuela.

El principal déficit, detalla, se concentra en la zona sur, pues allí de seis equipos para el rebombeo solo cuentan con tres, algunos de ellos en funcionamiento gracias a la innovación y adaptación de piezas que realizan los operarios.

También existen puntos críticos para el abasto por la conductora Sur, en el Consejo Popular Rivas Fraga, específicamente en la zona del zoológico, en el reparto Díaz Pardo, en Canaleta y áreas aledañas a la Empresa Comercializadora de Combustibles.

En la parte norte, los sitios con mayor déficit se localizan en los repartos Ortiz y Vista Hermosa. Además de no contar con la llegada estable del agua, los avileños se quejan también de la poca fuerza que presenta el caudal que reciben, lo que hace más difícil su recolección.

González García manifiesta que desde el año 2018 no se ha asignado al territorio ningún equipo de bombeo para reposición, hecho que impide la sustitución de los que presentan roturas y el mantenimiento sostenible de los demás.

Como alternativas para paliar las dificultades, detalla, desde el 2017 se comenzó una inversión que permitirá trasladar agua del Sur hacia el Norte y dentro de las redes se han establecido puntos de interconexión entre ambas conductoras.

Recientemente concluyó un proceso de mantenimiento en calle Tres, esquina Máximo Gómez, uno de los puntos clave para contribuir al abasto de la ciudad, pues permite el trasvase del líquido que viene desde Ruspoli, hacia la conductora Sur, precisamente en la zona de Vista Alegre, una de las más afectadas en la recepción del agua.

En el centro de la ciudad, por su tamaño y complejidad se han realizado divisiones en micro sectores y se regulan las válvulas para controlar la entrada y garantizar la llegada a todos consumidores.

Entre las perspectivas, para mejorar la distribución, explica González García, se ha diseñado un plan de mantenimiento y el tiro de agua en pipas, de acuerdo con la disponibilidad de equipos, que, aunque no solucionan el problema totalmente, pueden mejorarlo.

No obstante, una respuesta más efectiva a los problemas está en dependencia de la llegada de insumos que ahora mismo no tienen fecha para adquirirlos.

La Empresa de Acueducto y Alcantarillado ha asumido en otros momentos nuevos esquemas de distribución de agua a las viviendas y entidades integradas al sistema de abasto y acometido acciones intensivas contra los salideros, como en el año 2018, cuando fueron eliminadas 2667 fugas de agua en la ciudad capital.

En el actual año también se ha dado solución a varios planteamientos históricos formulados por la población a sus delegados de circunscripción, como los de las calles Pedro Martínez Brito, Consejo Popular Ángel Alfredo Pérez, reparto Rivas Fraga, Reparto Ortiz, Reparto Barbero y calle Caridad, algunos con más de ocho años de espera.

Asimismo, comenzó la instalación de más de 5200 metro contadores para el cobro del agua según el consumo, tanto en el sector privado como en el estatal con el propósito de financiar el servicio y estimular el ahorro de ese importante recurso natural.