Abril para salvar vidas: la misión de estudiantes avileños

Cada generación tiene sus capítulos bien definidos en la historia, de ahí que a la juventud cubana  le corresponde, a partir de ahora, una faena arriesgada y clave para asegurar el futuro de Cuba, y a la vez, contribuir al bienestar del mundo.

En plena época de azote de una enfermedad identificada con el nombre de COVID-19, no queda otra opción que cada quien asuma la tarea que le toque, con énfasis en la permanencia en los hogares por la sencilla razón de que el aislamiento social reduce las posibilidades de contagio.

Pero no todos deben quedar en casa, de ahí que el deber haya movido hacia las comunidades a un grupo considerable de estudiantes, vitales para ejecutar pesquisajes de casos afectados por el terrible padecimiento.

Estudiantes de medicinaAntes de partir al pesquisaje, la presidente de la Federación Estudiantil Universitaria en la Universidad de Ciencias Médicas de Ciego de Ávila, Sara Rodríguez García, leyó un mensaje al estudiantado sobre la importancia del trabajo que ahora asumen

Ciego de Ávila tiene en los estudiantes de carreras afines a la Salud Pública una fuerza que ronda la cifra de 3 800, que en su mayoría, se ha vinculado a los policlínicos y consultorios de sus municipios de residencia para luego salir a los barrios a detectar casos febriles y afectados por infecciones respiratorias agudas, de manera que esa información llegue al médico y al enfermero de la familia, encargados de prestar la atención primaria.

Lo cierto es que, en plenas fechas de habituales jolgorios por el 4 de abril, aniversario de la Unión de Jóvenes Comunistas, existe un escenario difícil debido a la pandemia que sugiere un modo de actuar atinado, preciso, permanente.

Bien lo sabe esta juventud, que ataviada con sus uniformes, nasobucos, el pelo recogido y la sonrisa en el alma, llega a las casas para prevenir.

Varios lo asumen por vez primera, como son los casos de Rosalí Fajardo Palomino, Yisel Ruiz Posada y Laura Catherine Hernández Duarte, matriculadas en el primer año de la carrera de Ciencias Médicas.

Rosalí asegura que “se trata de una labor que debemos cumplir con el país en beneficio de todas las personas. No queremos que nadie se enferme y por eso salimos a prevenir la COVID-19 con todas las armas posibles”.

Para Yisel el pesquisaje constituye un deber: “mi familia se siente orgullosa de mi. Por supuesto, tomo las medidas adecuadas para protegerme y, al igual que mis compañeros, cumplo los protocolos establecidos”.

Su colega Laura sabe que los estudiantes no poseen la experiencia de los médicos en la atención directa al paciente y que ahora no les toca cumplir esa función, sin embargo, considera la visita a los barrios y el intercambio con el pueblo la vía que tributa a que la enfermedad no se extienda.

Esa práctica de los galenos en formación enorgullece al doctor Jorge Luis Torres Martínez y a la enfermera Caridad Galguera Tejeda, trabajadores de un consultorio en el norte de la capital avileña. Ambos coinciden en la importancia de lo que hace la nueva generación en días que habitualmente son de fiesta, pero ahora lo que toca es salvar vidas.

Instrucciones a estudiantes de #CiegodeAvila que participan en el pesquisaje para prevenir la Covid-19. Desde temprano en mi barrio, y también en el tuyo.

Posted by Rigoberto Triana Martínez on Thursday, April 2, 2020