A favor de Nobel para médicos Iglesia Bautista “Enmanuel”

Se suma desde Ciego de Ávila y como voz evangélica a la propuesta de conferirle el Premio Nobel de la Paz a las brigadas médicas cubanas del Contingente Henry Reeve.

Numerosas organizaciones y personalidades del planeta respaldan la propuesta de entrega del Premio Nobel de la Paz a las brigadas médicas cubanas del Contingente Henry Reeve, por su aporte al enfrentamiento global a la COVID-19. En esta ocasión llega a Invasor un texto emitido por la Iglesia Bautista “Enmanuel”, fechado en la ciudad de Ciego de Ávila, el pasado día 29, y que reproducimos íntegramente:

Bajo la expresión solidaria recogida en Gálatas 6: 9, que expresa: “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos”, la Iglesia Bautista “Enmanuel”, adscripta a la Fraternidad de Iglesias Bautistas de Cuba (FIBAC), quiere hacer público:

Primero, como comunidad de fe y parte de este pueblo cubano, reconocer la manera eficaz en que las autoridades gubernamentales y de la salud pública en nuestro país vienen manejando la pandemia del SARS-CoV-2 (COVID-19), minimizando al máximo el sufrimiento que pudo constituir para los cubanos este terrible fenómeno epidemiológico y la denodada lucha que se ha librado, y se libra, por continuar reduciendo su impacto en nuestra población.

Segundo, sumarnos, como voz evangélica a la propuesta actual de que le sea entregado el Premio Nobel de la Paz a las brigadas médicas cubanas del Contingente Henry Reeve, por su significativo y decisivo aporte al enfrentamiento global de dicha pandemia, conscientes de que, independientemente de las calumniosas campañas con las que ciertos sectores reaccionarios a nivel global han intentado desacreditar este gesto humanitario y de plena solidaridad con otros pueblos, la medicina cubana ha vuelto a brillar, desde la más profunda entrega, como signo esperanzador en medio del caos que hoy vive el mundo.

Asimismo, hacer un llamado a las comunidades de fe, sea cual sea la religión, de nuestro país, por contribuir de manera responsable a cumplir con las normas higiénicas y epidemiológicas establecidas por nuestras autoridades sanitarias, a fin de lograr trascender lo más pronto posible las etapas diseñadas para la apertura de Cuba a la nueva normalidad que se requiere para rescatar nuestra economía y nuestra vida social.

Pongamos en manos del Señor, una vez más, nuestra pequeña y heroica Nación, así como el resto del mundo, sobre todo aquellas zonas en que la pandemia se soba, sea cual sea el país y su ideología, a fin de alcanzar el mundo de justicia y paz soñado como Reino de Dios, donde el cuidado de la Naturaleza, creación suprema y divina, permita dejar a las próximas generaciones una humanidad y un planeta mejorados como legado de estos tiempos. Oremos sin cesar, pero también seamos instrumentos de cambio.

“El que va tras la justicia y el amor halla vida, prosperidad y honra”, proverbios 21:21

Iglesia Bautista Enmanuel
Ciego de Ávila, Cuba, 29 de junio de 2020