La gloriosa Marcha del 26 de Julio

 agustinAgustín Díaz Cartaya Este 15 de febrero se cumplen 68 años de la grabación de la Marcha del 26 de Julio, esa que entonamos en cada acto revolucionario en evocación al asalto al cuartel Moncada y en muchos otros escenarios de conmemoración histórica.

Sin embargo, su letra se compuso mucho antes, justamente unas semanas antes del asalto al cuartel Moncada.

Antes de llevarse a cabo esa acción, Fidel conocía que Agustín Díaz Cartaya, quien fue asaltante del cuartel Carlos Manuel de Céspedes, era aficionado a la música y le encomendó que compusiera una marcha, la cual fue redactada en pocos días y ensayada en una vivienda en Mariano, y luego, antes que concluyera el juicio contra los asaltantes, en la cárcel, ya se tarareaba la marcha, con algunos arreglos a propuesta de Fidel, al sugerir que en la letra debía consignarse el sacrificio de los mártires, la sangre derramada.

Cuenta la historia que el 12 de febrero de 1954 Fulgencio Batista visitó el penal, y Agustín Díaz Cartaya, junto a sus 25 compañeros, entonó a toda voz la Marcha del 26 de Julio.

Batista prestó atención a la letra y disgustado preguntó quiénes cantaban y abandonó de inmediato el reclusorio.

Por esa razón, fue enviado a otro pabellón de los enfermos mentales, y ubicado en una celda de castigo.

El 15 de febrero de 1957 los estudios de Radio Cadena Habana se abrían para efectuar la grabación oficial de esa marcha, que en la actualidad se multiplica en las voces de estudiantes, trabajadores, combatientes, del pueblo en general, entonada con la fuerza y el ritmo de la continuidad histórica:

Marchando, vamos hacia un ideal
sabiendo que hemos de triunfar
en aras de paz y prosperidad
lucharemos todos por la libertad.

Adelante cubanos,
que Cuba premiará nuestro heroísmo
pues somos soldados
que vamos a la Patria liberar
limpiando con fuego...