Cuando en 1947, en Ojo del Agua, un bateycito del actual municipio Baragúa, en Ciego de Ávila, nació mi papá, mi abuela nunca imaginó que había traído al mundo a su primogénito, el mismo día que naciera —20 años atrás—, un hombre humilde, que a fuerza de entrega, firmeza y lealtad a su pueblo se convirtió en Comandante de la Revolución Cubana.
Sí, ese propio día, en la capital de todos los cubanos, nació Juan Almeida Bosque, el segundo de doce hermanos. Con sus padres como guías de un hogar modesto y numeroso, tuvo que dejar la escuela a los 11 años para, como albañil, ayudar a la manutención de la casa, en la que se formó con los más altos valores patrióticos.
Tan pronto se produjo el golpe de Estado en 1952 se sumó a la lucha contra la tiranía vinculándose, desde la Universidad de La Habana, al líder histórico de la Revolución Fidel Castro Ruz y un grupo de jóvenes que aprendieron que la lucha es el único camino de los pobres para conquistar sus derechos escamoteados.
Hasta el asalto al cuartel Moncada en 1953, era un obrero albañil. Apresado y condenado a 10 años de cárcel, luego del fracaso de aquella acción, fue liberado el 15 de mayo junto a los demás revolucionarios participantes, partiendo juntos al exilio a México, donde continuó participando en las actividades revolucionarias.
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Valiente y decidido, se convirtió en expedicionario del yate Granma, motivador del combate de Alegría de Pío, con aquella frase que los cubanos enarbolamos cuando de la patria se trata: ¡Aquí no se rinde nadie c…..!; fue uno de los tres jefes de pelotones, fundador del Ejército Rebelde, era apreciado por ser muy buen tirador, por su valentía y lealtad.
En el combate de El Uvero (28 de mayo de 1957) estuvo a punto de perder la vida. Una bala enemiga lo impactó en el pecho, la cuchara que tenía en el bolsillo casi se partió, pero frenó la bala, que lo hirió y no lo mató de pura casualidad.
Ignacio Ramonet, en el libro Cien horas con Fidel, cuenta este hecho como el combate más duro de la guerrilla, al decir del propio Fidel: “Juan Almeida fue enviado con su pelotón desde los primeros disparos de nuestro ataque en dirección de la instalación principal; ya próximo a esta, entabla combate, prácticamente de pie, con un punto fortificado que le quedaba a la izquierda de su trayecto. Cae herido con tres balazos”.
Almeida, por su fidelidad y seriedad probadas, fue ascendido a comandante del Ejército Rebelde, junto a Raúl, el 27 de febrero de 1958, siendo los dos primeros oficiales que ostentaban este alto rango, tras el Che Guevara. Se le asigna la creación de una nueva columna guerrillera y es designado jefe del III Frente Oriental “Dr. Mario Muñoz Monroy”.
El propio Almeida dice en uno de sus libros: “En aquellos momentos, por el tiempo que llevaba sin realizar acciones directas con hombres bajo mi mando debido a mi recuperación por las heridas en el combate de Uvero, me resulta difícil buscar y seleccionar el personal. Algunos me los asigna Fidel. Selecciono a Israel Pardo y a Eduardo Lavaut por ser conocedores de la zona. Llevo a Andrés y a Calixto García, que participaron en el asalto al cuartel de Bayamo cuando las acciones del 26 de Julio; más tarde Calixto compartió el exilio con nosotros, vino en la expedición del Granma y luego —ascendido a capitán— se haría cargo del pelotón de la vanguardia. El otro pelotón, de la retaguardia, estuvo bajo el mando de Guillermo García, también ascendido a capitán.”
Luego del triunfo del Primero de Enero de 1959 ocupó numerosas responsabilidades. Fue designado jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde. A mediados de los años 60, fue jefe de la Fuerza Aérea Revolucionaria; y cuando se produjo la invasión mercenaria por Playa Girón era el jefe de las Fuerzas Armadas en aquel momento de la provincia Las Villas.
En octubre de 1965, cuando se funda el Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), Almeida fue elegido miembro y ratificado en todos los congresos posteriores. En el mismo 1965 es elegido miembro del Buró Político del PCC.
En 1976, durante la primera legislatura, lo eligen diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular y vicepresidente del Consejo de Estado de Cuba. En emotivo acto realizado en ocasión del aniversario 40 de su ascenso a Comandante en la Sierra Maestra, recibió de manos del Comandante en Jefe Fidel el Título Honorífico de Héroe de la República de Cuba y la Orden Máximo Gómez de Primer Grado, otorgados el 27 de febrero de 1998.
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Importante labor desarrolló como el primer presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, organización a la que consagró sus últimas energías, para garantizar que fuera un sólido y efectivo baluarte de la patria.
Este hombre sencillo, de especial sensibilidad humana y artística tuvo la enorme capacidad y el difícil reto de simultanear su intensa, responsable y fecunda labor como dirigente revolucionario, con una valiosa y prolija obra artística, que incluye más de 300 canciones y una docena de libros, un invaluable aporte al conocimiento de nuestra historia.
Mi papá, hombre de campo, de quien aprendí a amar a la patria, a ser consecuente con mis principios de solidaridad y a defender nuestra Revolución al precio de cualquier sacrificio, a sus 77 años, vive orgulloso de haber nacido el mismo día que lo hiciera el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque. Gloria al artista Comandante, al músico Comandante que permanece en el corazón y la mente de los cubanos, como paradigma de firmeza revolucionaria, sólidas convicciones, valentía, patriotismo y compromiso con el pueblo.