El primer 26 avileño

El año 1980 fue de reafirmación revolucionaria. Durante la primavera y el verano, hombres, mujeres y niños, en marchas históricas y combatientes, reafirmaron, a lo largo y ancho del país, su apoyo a la Revolución, y condenaron al imperialismo ante los planes agresivos contra la patria, así como la acción de elementos antisociales. 

Con un espíritu combativo festejaron los avileños, en representación de los cubanos y junto a Fidel, el Día de la Rebeldía Nacional y se afirmaron los estrechos lazos de Cuba con el pueblo de Nicaragua, país al que el Comandante en Jefe había visitado ese propio mes. 

Aquel aniversario 27 de la clarinada del Moncada fue histórico para una joven provincia que nacía, y para el pueblo avileño, el que fortaleció, aún más, su conciencia revolucionaria y punto de partida para nuevos logros en la construcción del socialismo. 

El 2 de julio de 1980, Fidel chequeó personalmente las obras de construcción de la Plaza de la Revolución en la ciudad de Ciego de Ávila y la futura sede del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC). Durante su estancia, entre otros centros, asistió a la Carpintería Alfredo Gutiérrez Lugones, la Escuela Secundaria Básica Urbana José Martí y la Escuela Formadora de Maestros Josué País, donde intercambió opiniones con trabajadores, profesores y alumnos. 

Veinticuatro días más tarde, el 26 de julio, presidió el Acto Central Nacional por el aniversario 27 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, efectuado en la ciudad de Ciego de Ávila, ante miles de avileños que le aclamaron con júbilo y alegría. Participó en el acto una delegación de alto nivel de la hermana República de Nicaragua.

En una parte de su discurso, exclamó: “Correspondió este año celebrar el 26 de Julio a la nueva provincia de Ciego de Ávila. Este fue el reconocimiento de nuestro Partido al trabajo entusiasta, eficiente, brillante, de esta provincia. Sé cuán felices se sintieron con esta decisión, sé cuánto han trabajado desde hace 54 días que se anunció la decisión, todo lo que han creado en unas cuantas semanas: esta plaza, estas avenidas, la circunvalación, las obras que han terminado, incluso un cine en casi 45 días, que estaba proyectado terminar en diciembre; cómo han remozado la ciudad, cómo han pintado, todo lo que han hecho para convertir a Ciego de Ávila en anfitriona del 26 de Julio, anfitriona de todas las delegaciones que aquí han llegado. Porque estamos conmemorando el 26 de Julio precisamente en la capital de provincia más pequeña de nuestro país. 

“Es impresionante este acto, su organización, su masividad. Sabemos, además, cuánto tiempo llevan ustedes movilizándose, marchando hacia acá, las horas que llevan en esta plaza. Creo sinceramente que hoy nuestro proceso revolucionario es muy fuerte, ¡muy fuerte!, más fuerte que nunca. ¿Con qué contamos hoy si lo comparamos con aquel 26 de julio hace 27 años?

“Contamos, en primer lugar, con un gran Partido, de cientos de miles de militantes comunistas surgidos del seno de nuestro pueblo. Contamos con nuestras gloriosas Fuerzas Armadas Revolucionarias y los combatientes del Ministerio del Interior… ¡Creo que tenemos sobradas razones para sentirnos optimistas, tenemos sobradas razones para festejar con orgullo este 26 de Julio para afirmar que la sangre derramada hace 27 años y la sangre derramada a lo largo de estos 27 años no ha sido en vano!”. 

En 1980 se efectuó el II Congreso del PCC, donde fueron aprobadas resoluciones acerca de las Tesis del anterior Congreso y de respaldo a la organización y perfeccionamiento de las Milicias de Tropas Territoriales. 

Miles de avileños ratificaron su apoyo irrestricto a la Revolución y a su líder histórico y en cada nueva tarea en defensa de las conquistas revolucionarias o del engrandecimiento de la patria socialista ha estado presente la heroica jornada moncadista, acicate para la acción y ejemplo imperecedero donde la Juventud del Centenario no dejó morir al Maestro. 

Con cinco letras le nombró y le nombra su pueblo. En esas cinco grafías que suenan musicalmente al oído se conjugan, de manera armónica y en fuerte haz, firmeza, decisión, coraje, resistencia, ideas, amor, ética, vocación de servicio, solidaridad, un símbolo de hoy y para siempre, porque Fidel fue y será una cumbre hasta que se avizoren nuevas cumbres, un hombre enlace, hombre de su tiempo y de todos los tiempos, es como el valle profundo hacia donde fluyen las corrientes de la Historia.

fidelEn 2002, de nuevo Ciego de Ávila contó con la presencia de Fidel en el Acto Nacional por la efeméride

De nuevo, en 2002, también con la presencia de Fidel, y en 2011, con la del General de Ejército Raúl Castro Ruz, gracias al esfuerzo del pueblo y los resultados integrales que alcanzó la provincia, volvía a concedérsele la sede del acto nacional por la gloriosa efemérides que abrió un hito en la historia de la Patria.

tapiaNohema Díaz Muñoz Ciego de Ávila fue sede, por tercera vez, en 2011, del Acto Nacional por el 26 de Julio, presidido por el General de Ejército Raúl Castro Ruz

Aquella primera celebración de un 26 de Julio, hace 45 años, en la tierra de los hermanos Gómez Cardoso, marcó un hito que, al paso del tiempo, honra y enaltece al pueblo; y, pese a las difíciles condiciones que vive la patria, los avileños celebraremos la heroica clarinada con entusiasmo y alegría como en los momentos en que Fidel estuvo entre nosotros, porque quien vivió para todos, continúa viviendo en todos.

Fuente consultada:
Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz el 26 de Julio de 1980 en Ciego de Ávila. Versiones Taquigráficas del Consejo de Estado.