Del Movimiento Revolucionario 26 de Julio a la Cuba de hoy

En Ciego de Ávila, Macho Cordero García pasa revista a su vida y afirma: “Me alienta ver que la actual dirección del país va por el camino correcto.”

Macho Cordero GarcíaHéctor E. Paz Alomar La cercanía del Día de la Rebeldía Nacional lo enerva. Su añoso músculo cardíaco late más rápido. No lo puede evitar. Los recuerdos, a pesar del tiempo transcurrido, retornan nítidos a su memoria.

Evelio Cordero García tiene 84 años. Elena, su compañera de siempre, le alcanza un grupo de papeles, fotos y diplomas. En ellos aparece una gran parte de su vida, dedicada, en su inmensa mayoría a la Revolución y al Partido que aún lo inspiran.

DE LOS INICIOS

Aunque nació en Los Negros, agreste sitio perteneciente entonces al hoy municipio de Venezuela, “Macho”, como le conocen familiares y amigos, fue inscrito en Majagua. Está listo para el diálogo. “Soy de origen obrero, muy humilde. Mario, mi papá, trabajaba en Vías y Obras en el central Stewart (luego Venezuela, desactivado hace varios años).

Entonces solo se hacía zafra cerca de 100 días y después unos 70 de reparaciones. Luego tenía que irse a arañar la tierra en las atenciones a la caña, pero no alcanzaba para nada el dinerito. Pesando mejorar, aprendió a pelar, mas la diferencia casi ni se notaba. “Figúrate, éramos 13 en la casa: los viejos, mi abuelo y una decena de hermanos. Yo fui el que tuvo que trabajar más duro.”

“Tenía 13 años cuando papá tuvo que sacarme de la escuela, para que ayudara al sustento familiar. Él ya me había conseguido un trabajo agrícola.”

SE FORMA EL REVOLUCIONARIO

Es a mediados de 1957 que comienza a “jugar al duro”. En propia carne había sufrido los embates de la injusticia, la desigualdad y la explotación. Junto a los hermanos Santiago y Orlando Gago, integra un grupo independiente que simpatizaba con el 26 de Julio.

“Entre junio y julio de ese año ya integrábamos oficialmente el Movimiento Revolucionario 26 de Julio. Quemamos caña, puentes del ferrocarril que acarreaba caña hacia Palo Alto y plantaciones de la gramínea, recogimos armas…”

Refiere que en el ‘58 saboteó el solo la propaganda que habían colocado en Los Negros los batistianos. Su casa quedaba frente al cuartel, alguien lo vio y lo chivateó. Pero el cabo Antonio Cabrera lo alertó: “¡Piérdete!”, fue el parco aviso.

Entonces se instaló en la arrocera Las Mercedes, en Cayo Toro, donde comenzó a trabajar como mecánico; allí se integró a una célula, del MR–26–7, con cuyos integrantes participó en múltiples acciones clandestinas. “Fíjate que hubo noches en que Efraín Pérez, uno de los jefes de la célula y yo vendíamos hasta 100 bonos del 26.”

Macho se integró al Ejército Rebelde el 8 de enero de 1958 en una reunión que se realizó en el cuartel de Los Negros. “Allí me eligieron jefe de un grupo de 13 compañeros y me entregaron la zona militar del cuartel, que abarcaba desde Pitajones hasta El Jíbaro”.

Permaneció en el Ejército Rebelde hasta finales del ‘62. Después trabajó como jefe de Maquinaria en la granja Gualberto Ibáñez, lugar donde lo procesan para el Partido. Militó en las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), en el Partido Unido de la Revolución Socialista y está entre los fundadores del Partido Comunista de Cuba.

Sobre el proceso de formación del Partido Comunista de Cuba

MOMENTOS INOLVIDABLES

Varios momentos lo marcaron para siempre, entre estos, las dos primeras ocasiones en que estuvo junto a Fidel, cuando el líder de la Revolución visitó la colonia La Ignacia, una de las primeras en ser intervenidas por la Revolución.

“Yo era jefe del cuartel de Los Negros y me correspondió participar en su protección. Recuerdo que él estaba hablando con los pobladores de ese batey, encaramado en un barril, uno de los trabajadores le preguntó si era verdad que iban a cerrar el puertecito de Palo Alto, a lo que le respondió que eso no era verdad y que si así fuera, la Revolución les conseguiría otro trabajo.

Luego indagó dónde se podría comer algo y le respondieron que en la tienda de la colonia, situada frente a donde él estaba. En ese lugar ingirió perros calientes con galletas acompañados de una malta al tiempo.

Macho también formó parte del personal que laboró en la protección de Fidel cuando fue inaugurada la primera comunidad campesina inaugurada por la Revolución en Sanguily, y también en una reunión celebrada en la Isla de Turiguano en la cual Fidel chequeaba el estado de las plantaciones cañeras. En ese momento en el país estaba en marcha la Zafra de 1970.

RESPONSABILIDADES

Además de las mencionadas, en la trayectoria del veterano revolucionario avileño aparecen otras: dirigente partidista en el seccional Sanguily, integrante de la comisión que realizara el fortalecimiento del Partido, la permanencia durante un año en Bulgaria, adquiriendo experiencias sobre los complejos agroindustriales, el desempeño al frente del Comité Municipal del Partido en tres mandatos, incluida la labor en interés de la defensa territorial; fue director del central Venezuela y jefe de zafra allí, y más tarde designado como director de la Empresa Mayorista Universal del MINCIN, donde se jubiló.

Más de una veintena de condecoraciones avalan el reconocimiento a su incansable quehacer en favor de la construcción del socialismo y a su entrega incondicional al Partido durante 57 años.

Entre las más estimadas por él están la carta de felicitación firmada por el General de Ejército Raúl Castro en ocasión de la declaración del municipio de Venezuela como Listo para la Defensa; el diploma rubricado por Fidel que acredita su condición como fundador del Partido Comunista de Cuba, las medallas conmemorativas por los aniversarios 30, 40, 50 y 60 de las FAR y el título universitario que lo avala como licenciado en Ciencias Sociales e Historia de Cuba.

EPÍLOGO

Macho Cordero, a pesar de los encontronazos con la salud, no se rinde. Imparte conferencias y conversatorios a las nuevas generaciones como parte de su accionar en la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana.

A manera de hasta luego, afirma que a sus 84 años, se siente un hombre realizado que agradece la formación que le dio la Revolución. “Me alienta ver que la actual dirección del país va por el camino correcto, que se han realizado cambios importantes para bien de todos, y que no obstante el criminal bloqueo, la difícil situación económica y la COVID 19, vamos hacia adelante.”