Ventas y otras realidades “netas” en Ciego de Ávila

De lo afirmado hace apenas unas horas por Ileana Venegas Acosta, directora provincial de Economía y Planificación en Ciego de Ávila, al dialogar con trabajadores de la prensa, se infiere que diciembre ha sido y es vital para el cumplimiento de las ventas netas: uno de los indicadores directivos (básicos) dentro del plan de la economía.

Es decir, los 47 millones de pesos que por debajo de lo previsto reportaban las estadísticas al cierre de noviembre, pudieran experimentar un giro que ponga cerrojos al último día del año con un ligero sobrecumplimiento del 0,5 por ciento en el mencionado indicador, equivalente a aproximadamente 21 millones de pesos por encima de lo planificado para  2017 o lo que es igual: 19 millones más que lo logrado en 2016.

Si se le mete cabeza al asunto y se toma en cuenta lo que mucha gente emplea para justificar incumplimientos (daños de la sequía, primero; estragos del huracán Irma, después, y efecto de las lluvias) habría que reconocer los malabares para, al final, lograr lo programado en ventas netas, de forma general.

Ventas netas DCballosPastor Batista Pero como el llamado es a aterrizarlo todo en su justo cuadrante, es bueno deslindar casos como los de la Empresa Azucarera (Azcuba) o la Cárnica, que, a pesar de todo el empeño, tienen unos 83 y 40 millones, de forma respectiva, por debajo de sus aspiraciones.

Decisivo también en el movimiento de las agujas avileñas, el sector agropecuario cumplirá sus ventas, aunque la empresa Cubasoy, integrada recientemente a la agricultura y con mejor paso ya, debe incumplir en alrededor de 30 millones de pesos.

Por cierto, como siempre, la provincia no solo trata de “tirarle duro” a las ventas. Indicadores como el de utilidades también son objeto de constante auscultación, sobre todo si afloran 11 empresas con el 200 por ciento o más de cumplimiento, fenómeno considerado una chapucería, por sustentarse en mala desagregación del plan.

Similar es —y tiene que ser— el gardeo contra quienes “se las arreglan” para pagar sin respaldo productivo: algo que si bien no sentaba preocupación en noviembre, hay que seguir de cerca, por la trayectoria que han delineado empresas como la ya mencionada Cubasoy, la Agropecuaria Integral (antigua Mambí), la de granos (Máximo Gómez), Acueducto y Alcantarillado, Campismo Popular, la que se encarga de la música (al asumir a más de 400 artistas procedentes de unidades presupuestadas) o la de Farmacias, entre otras, de subordinación nacional o local, como las dos últimas.

Que el valor agregado bruto puede cerrar bien, con más de 200 millones de pesos sobre plan, eso es bueno. También, que el salario medio se corresponda con las especificidades y resultados concretos del momento o que la circulación mercantil ascienda.

En cambio, para quienes no entienden mucho de indicadores macroeconómicos —y hablo del grueso de la población— la mejor manera de entender si la provincia avanza o no, si está mejor, igual o peor, se encuentra en la satisfacción de sus necesidades materiales y espirituales.

Dicho sea de paso: recordemos que solo con el trabajo, ese que aporta riquezas, se puede tornar más cercana y comprensible la relación directa que sí hay entre los indicadores económicos de un territorio y la situación de quienes lo habitan.

Acerca de esos temas debe tratar la Asamblea Provincial del Poder Popular en las horas siguientes, e Invasor, como de costumbre, no estará al margen de lo que se analice.