Soberanía alimentaria: producir y contratar ¡todo!

De la efectividad del autoabastecimiento municipal depende la soberanía alimentaria a la que, incluso en las más adversas circunstancias climatológicas o la hostilidad reforzada del bloqueo estadounidense, Cuba no renuncia

De las 30 libras mensuales per cápita de viandas, hortalizas, granos y frutas establecidas como meta del Programa de Autoabastecimiento municipal, las bases productivas de Ciego de Ávila han puesto sobre la mesa del avileño 21, en lo que va de año. Y aunque la cifra global no parece mala, no deja ver las interioridades de cada territorio y es allí donde se define la soberanía alimentaria.

El análisis casuístico de los tres municipios con peores resultados motivó fuertes pronunciamientos del vicepresidente cubano, Salvador Valdés Mesa, durante la segunda jornada de visita gubernamental a la provincia.

“Este programa va para tres años —comenzó en 2016— y tengo la percepción de que aún no hay suficiente claridad por parte de las autoridades. Esto no se puede improvisar, hay que conocer al detalle la cantidad de tierra, el agua disponible. Bien ejecutado, es una herramienta de control, garantiza un buen abastecimiento y requiere que la Delegación de la Agricultura cumpla su papel rector”, dijo el Vicepresidente.

La paradoja es que para el país el autoabastecimiento es de máxima prioridad y en la base parece no entenderse de la misma manera. “Hay que revisar si en los municipios se le da la misma importancia”, recalcó Valdés Mesa.

También Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de Agricultura, insistió en la alta responsabilidad de la provincia no solo hacia lo interno, sino a lo externo, por los compromisos de empresas como la Agroindustrial Ceballos, La Cuba y la Integral Agropecuaria para el balance nacional y la exportación.

Rodríguez Rollero criticó que algunos territorios apostaran todo a un solo cultivo, cuando el programa está indicando diversificar y elaborar buenas estructuras para minimizar los impactos de las inclemencias climáticas y las coyunturas energéticas o de financiamiento que se puedan presentar.

“Aquí la comida debe estar en los mercados, no en papeles. Lo que vale es la comida facturada y el municipio tiene que lograr autoabastecerse, porque no puede descansar en las empresas con encargos nacionales”, que son las que “dan la cara” ante contingencias como ciclones.

"Los atrasos en la campaña de siembra de frío hay que recuperarlos en diciembre, para eso estamos garantizando el...

Posted by Periódico Invasor on Friday, November 29, 2019

El Vicepresidente cubano, al evaluar la actual campaña de siembra de frío, dijo que en diciembre se asegurará el combustible para que la provincia pueda recuperar el atraso provocado por las lluvias y el déficit de portadores energéticos.

Preguntado por Valdés Mesa y Rodríguez Rollero, el director de la Empresa La Cuba mostró preocupación solo por el frijol, cuyo paquete tecnológico no está asegurado. “Lo demás lo recuperamos”, aseveró Carlos Blanco, y en su palabra confía el país. Mientras que la incertidumbre de los tomateros de Mamonal, también ante la falta de plaguicidas, dio pie al encargo del ministro de la Agricultura de informar oportunamente y explicar a cada productor la tensa situación con estos recursos.

Un aparte mereció la producción tabacalera, ya que Ciego de Ávila es hoy la tercera provincia productora de capa de exportación en el país, pero además de los atrasos en la siembra, es preciso resolver los problemas de infraestructura y recursos humanos en el área de beneficio, que provocó mover el tabaco cosechado hacia otros territorios en la anterior campaña.

Producción de papaLa lluvia de octubre retrasó la siembra de 1 500 hectáreas de papa en Ciego de Ávila

“Contratación es igual a orden en el campo”, comentó el Vicepresidente durante el análisis de la implementación de un sistema informatizado que ya está permitiendo conocer al detalle, productor a productor, las producciones pactadas con las empresas. Según trascendió, Ciego de Ávila es la provincia más avanzada en este proceso, enfocado en acopiar todo, incluidos los excedentes.

De esa efectividad depende la soberanía alimentaria a la que, incluso en las más adversas circunstancias climatológicas o la hostilidad reforzada del bloqueo estadounidense, Cuba no renuncia.