La producción de miel y la recogida de cera y propóleos, en Ciego de Ávila, constituyen una fortaleza en constante crecimiento, a pesar de que, como dijera el ingeniero Robin Pérez Pérez, director de la Unidad Empresarial de Base Apícola en la provincia, “el último trimestre estuvo muy tenso por la escasez de combustible”.
Además, el resultado reviste mayor trascendencia si se tiene en cuenta que la rama apícola avileña logró sobreponerse a las severas afectaciones que le provocaron en los dos últimos años el huracán Irma y la tormenta subtropical Alberto.
Pérez Pérez informó a Invasor que “el plan de producción de miel de abeja para 2019 fue de 301.8 toneladas, cifra que no presentó dificultades para ser consumada, pues concluyó el año con 340.2, demostrándose así el buen ritmo de la entidad”.
Existieron favorables opciones para materializar el cumplimiento, sobre todo en el trimestre final, la mejor época para la apicultura que se enmarca al compás de las floraciones de la campañilla y el leñatero, por demás, las que aportan la miel de mejor calidad.
En 2018, la Unidad Empresarial de Base Apícola avileña había recolectado 268 toneladas de miel, de un propósito preliminar de 220; en tanto, concluyeron ese calendario con 8 000 colmenas.
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A propósito, en el almanaque recién concluido “se sumaron 600 nuevas colmenas, resultado que implicó echar a un lado las limitaciones con combustible y pasadas afectaciones climáticas”.
El directivo destacó el trabajo sistemático de los 70 productores avileños asociados a Cooperativas de Crédito y Servicios (CCS), en especial a los de los municipios de Majagua y Baraguá, aunque aclaró que los restantes también cumplen con sus encargos del codiciado renglón.
Al cierre de diciembre las seis Unidades Básicas de Producción Cooperativa, de ellas cinco productoras de miel y una de abejas reinas, y una CCS apícola, ejecutaron satisfactoriamente las entregas, añadió. Así, el trabajo de unos cinco centros creados con ese fin permitió concluir 2019 con 8 376 ejemplares de abejas reinas, de un propósito inicial de 7 800.
En cuanto a la producción de cera, la que una vez convertida en láminas retorna a los productores para que estos repongan panales viejos, indicó que, de 4 527 kilogramos (Kg) como meta para 12 meses, se acumularon poco más de 5 500, más de 1 000 por encima que en igual etapa del año precedente.
Buen ritmo también lleva la recogida de propóleos, derivados muy útiles en la industria farmacéutica, la que ascendió a 524 Kg, indicador superado en 1.7 si se compara con el número registrado al cerrar 2018 (522.3).
Durante los últimos dos años tuvieron que aplicarse estrategias para minimizar los daños por fenómenos meteorológicos, como fue mover los apiarios para lugares de buena floración, pues Irma devastó el mangle negro en la cayería del norte avileño, principal fuente de néctar para esos insectos, además de la tormenta subtropical Alberto, que dañó viviendas, agricultura, viales, caña de azúcar y colonias abejeras.
El propósito es alcanzar rendimientos promedios de 50 Kg de miel por colmena, con el máximo de calidad del rubro exportable, pues tal producto se envía a países europeos y se beneficia la economía cubana con la entrada de divisas por esa vía.
La población y entidades estatales comprometidas con esta rama de la ganadería, como la Empresa Forestal Integral, están llamadas a proteger especies típicas como el almácigo, piñón florido y leñatero, que determinan en las floraciones y son víctimas de acciones como la poda indiscriminada, la fumigación y el fuego en áreas frondosas.
Sobresale el majagüense Oneido Gómez Farías entre los mejores de Cuba por la alta productividad, quien logró entregar más de 30 toneladas de miel, como resultado de la constancia, la cantidad de apiarios, la integración familiar a estas labores, las atenciones a los insectos y la experiencia en la obtención.
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