Morón: huellas del virus en sector no estatal de la economía

En el momento en que se anunciaban nuevas modificaciones, que derogan una lista de 127 actividades permitidas para el trabajo por cuenta propia, para posibilitar una gama más variada de servicios, Invasor contaba que cerca de 7 000 licencias para trabajadores no estatales habían sido suspendidas temporalmente desde el inicio de la pandemia.

Unos meses después, y mientras la ventanilla única que facilitaría el trámite aún no se implementa, los números que dibujan el panorama en Morón siguen la tendencia general.

Desde la Dirección Municipal de Trabajo, Maikel Ramírez Quevedo, subdirector del departamento de trabajo por cuenta propia, explica que de un universo de 2 788 patentes, hay 732 suspendidas temporalmente.

La medida busca exonerar del pago de impuestos a aquellos que no pueden continuar prestando servicios por causa de las restricciones sanitarias, o a quienes lo hacen por voluntad propia, para disminuir su contacto con otras personas.

El trámite solo involucra presentar por escrito un documento con los datos generales del contribuyente y sus empleados, si los tuviera.

Así sucede en la vecina provincia de Camagüey

En estos casos, las estadísticas demuestran que son precisamente quienes tienen licencia como trabajadores contratados el mayor grueso de los afectados. De las 732 patentes suspendidas en Morón, 189 pertenecían a empleados, solo seguidos por las cafeterías y servicios gastronómicos, con 111 licencias inactivas.

La afectación económica de la pandemia a las personas pudiera medirse también en términos de que ha quedado sin ocupación uno de cada 100 moronenses.

Los números dicen, también, que del total de trabajadores no estatales que componen ese universo en Morón, la mayor parte (1 345) estaba desvinculado laboralmente antes de adquirir la licencia, mientras que las amas de casa (791) son el segundo grupo más representado, por encima de jubilados (588), trabajadores estatales (575) y estudiantes (7). Sin los ingresos que recibían por este concepto, los tres primeros grupos corresponden a personas económicamente vulnerables.

Sin embargo, se trata de un sector activo, y que ya en otras situaciones de cambio de fase ha contribuido con la agilidad en la reincorporación a reducir las afectaciones económicas provocadas por la pandemia.

Maikel espera que para el verano ya esté funcionando la ventanilla única, y si las condiciones sanitarias lo permiten, el número de trabajadores afectados será cada vez menor.