A varias de las personas que suelen concurrir a los mercados de la ciudad de Ciego de Ávila, en busca de viandas, frutas o “algo para ensalada”, les he oído decir por estos días que las placitas están un poco mejor surtidas.
En efecto, algunas como la denominada El Platanito, en la calle Narciso López, muestran anaqueles con más cantidad y variedad de productos: plátano macho, plátano fruta “desverdizado” (madurado en cámaras refrigeradas, sin empleo de agentes químicos), tomate, ají pimiento, pepino, toronja, papa, salsa procesada y envasada industrialmente…
•Elaboran más alimentos para la población en Ciego de Ávila.
Ello no es resultado, únicamente, del momento pico que está registrando la cosecha de papa, en medio de faenas que involucran cada día a más de 50 camiones, según explica Antonio Gross Morales, director de técnicas y comercialización de la Empresa Acopio Ciego de Ávila.
Frutos de sus cosechas aportan los campesinos
Además de las entidades productivas estatales, el sector cooperativo y campesino está respondiendo al llamado del país para cosechar el mayor volumen posible de alimentos y agilizar siembras de cultivo de ciclo corto que permitan cierta estabilidad en los meses venideros, frente a la incertidumbre que puede delinear el panorama en torno al nuevo coronavirus dentro del país.
•Acopio en Ciego de Ávila por más comida a la mesa del pueblo.
La población necesita y agradece estas produccionesGrata acogida ha tenido el desplazamiento hacia placitas y mercados agropecuarios estatales de renglones contratados inicialmente con el sector del Turismo, entre los que se encuentran el banano (distintas variedades), pimiento, tomate de ensalada, pepino, melón, otras frutas y vegetales, pasta, salsa y puré de tomate, segmentos de piña, dulce de frutabomba, mermeladas, papa prefrita…
Lamentablemente, el arroz, frijol y otros granos muy codiciados por la familia cubana no han tenido la presencia de años anteriores, como consecuencia de la acción de plagas y de la insuficiente disponibilidad de paquetes tecnológicos, a pesar del empeño por emplear más y mejor los medios biológicos.
De papa, en particular, hasta hace apenas unas horas la provincia había distribuido por sus 10 municipios una cantidad equivalente a 11,86 libras por cada habitante, mientras al llamado consumo social (organismos priorizados) se han destinado 327 toneladas (t), con la intención de totalizar unas 500.
Las estadísticas, además, dan cuenta de casi 800 t del tubérculo enviadas hacia Guantánamo en marzo, y otras 1 235 para Camagüey y más de 800 para Las Tunas, ahora, en lo primeros días de abril.
A ello se suma el permanente apoyo del agro avileño a la capital cubana, con viandas, frutas y otros productos, como expresión de una política definida por el país para equilibrar, en el mayor grado posible, niveles de consumo y satisfacción de necesidades alimentarias en todo el territorio nacional.
La agricultura de Ciego de Ávila, en fin, pudiera ofertarles mucho más a sus habitantes y, quizás, también, a otras zonas del archipiélago cubano, pero es indudable que, en medio de este adverso momento que atraviesa la nación, ha estado ofreciendo una respuesta que no se puede ignorar. En mantenerla e incrementarla está el reto. Y nadie ha dicho que sea imposible.
•Producir alimentos ante la COVID-19 y el bloqueo.
La campaña de la papa está en pleno apogeo