Marlin Azulmar se “mueve” más rápido que Elsa

Protegidos los turistas, trabajadores y las embarcaciones

Lo menos que necesitaba la Sucursal Marlin Azulmar, anclada en Júcaro, es una tormenta tropical al final de lo que debió ser la temporada alta de sus servicios turísticos. Pero Emigdio González Gómez, director adjunto, entiende que no hay nada más importante que preservar la vida de los clientes, trabajadores y embarcaciones.

Por eso no hubo dilación al evacuar a los únicos cuatro turistas que recibió en los últimos días esta entidad especializada en el turismo de buceo en Jardines de la Reina. Procedentes de Francia e Inglaterra, los vacacionistas fueron alojados en el hotel Ciego de Ávila desde el viernes.

Asimismo, regresaron a puerto seguro ocho barcos de vida a bordo, dos yates de buceo y otras embarcaciones de menor eslora, administradas por Azulmar, luego de que se activara el puesto de dirección y se indicaran otras medidas preventivas como el aseguramiento de los almacenes y cubiertas.

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También se protegió el centro de buceo ubicado en cayo Anclitas, a unas 42 millas náuticas de la costa sur, y el resto de las instalaciones allí emplazadas, labores a cargo de una brigada de trabajadores.

Emigdio González explicó a Invasor que el 2020 fue un año muy tenso, en el que solo operaron los tres primeros meses, tanto como lo está siendo el 2021, cuando apenas han recibido entre el 10 y el 15 por ciento de los turistas habituales.

Esto representa unos 200 vacacionistas de un plan de casi 1 000, disminución que ha provocado el incumplimiento del plan económico en más de 18 millones de pesos. Además del impacto de la pandemia de COVID-19, el director adjunto de la Sucursal Marlin Azulmar apunta al bloqueo estadounidense contra Cuba como una causa de peso en la disminución de la demanda de este tipo de actividad turística.

Se basa en estadísticas. Aproximadamente el 45 por ciento de los clientes antes de 2020 en Jardines de la Reina eran estadounidenses. En lo que va de 2021 las cifras son mínimas.

Además del impacto económico, el bajo nivel de actividad ha obligado a reubicar en otras labores a algunos trabajadores, aunque el sistema de contratación por tiempo determinado (aumenta en temporada alta hasta 150 empleados) ayuda a no tener elevado número de trabajadores inactivos.

Aun así, Marlin Azulmar se movió más rápido que la tormenta tropical Elsa y está lista y resguardada, esperando tiempos mejores.