En la ciencia de la Comunicación existe una teoría asociada al rumor, aplicada a la existencia de noticias falsas, tergiversadas, o a lo que los cubanos hemos definido con el vocablo “bola”. Cuando esta se “lanza al graderío” sin los argumentos que deben acompañarla, se convierte en rumor, muchas veces, mal intencionado, capaz de generar estados de opinión negativos.
La “bola” del momento tiene a los avileños “en tres y dos”, desde que a alguien se le ocurrió decir que había serios problemas con el pan de la canasta básica y que este sería priorizado solo a los ancianos mayores de 65 años, debido a severas dificultades con la harina.
Dicha información llegó a oídos de Lázaro Pérez Viera, director provincial de la Empresa Alimentaria, quien explicó que existe una situación tensa en el país con respecto a la harina; que la cobertura de la provincia, hasta el cierre de esta información, era de 0,6 por ciento, cifra proclive a aumentar luego de que se descarguen dos casillas de la materia prima; no obstante, aclara que no se verá afectada la distribución del pan normado, por ningún motivo.
Tampoco lo harán los dulces comercializados en las dulcerías, y el pan de consumo social en instituciones de Educación, Salud, los ministerios del Interior y de Educación Superior, las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Cultura, el Sistema de Atención a la Familia , las penitenciarías del territorio, los servicios de bodas, fiestas de 15 años y cumpleaños, afirmó Rigoberto López Pérez, vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial que atiende la distribución.
Lo cierto es que la asignación de toneladas de harina a Ciego de Ávila, para el consumo promedio, de una cifra de 42, se redujo a 32, asegura Pérez Viera; no obstante, según indicación de la ministra del Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, se debió paralizar la mayor parte de las producciones, equivalente a una afectación valorada en casi un millón 300 000.00 pesos.
Tal situación ha impedido la venta de harina liberada en los mercados ideales, por lo que las panaderías pertenecientes a la Empresa Cubana del Pan han tenido mayor demanda los últimos días.
“Los avileños deben saber que nuestras unidades no presentan afectaciones”, dice Carlos Rafael Entenza Williams, director provincial de la Empresa. “Contamos con las materias primas para cumplir los planes de producción, y, aunque en estas circunstancias ha aumentado el número de trabajadores por cuenta propia adquiriendo nuestros productos, la prioridad siempre será la venta en el mostrador.”
Entenza Williams confirma que los 226 vendedores a domicilio de la provincia, en convenio con la Empresa Cubana del Pan, que compran el pan suave de 200 gramos a 3.00 pesos y el duro, con igual gramaje, a 4.00, continúan vendiendo sin ningún inconveniente. El problema pudiera consistir en que esta venta se realiza a un precio que nadie topa, y que oscila, por lo general, por los 5.00 pesos.
Los pronósticos apuntan a que la situación se restablezca a partir de la segunda quincena de noviembre, por lo que la elaboración de productos con harina en el sector no estatal también sufrirá perjuicios, aun cuando uno que otro vendedor de dulces afirme que quien lo abastece saca la harina “de abajo de la tierra”, solo que este producto no se recoge ya elaborado del subsuelo.