Germinar y cosechar, aventuras posibles

Diálogos, discusiones, y las reflexiones a las que conducen éxitos y sinsabores, matizaron el amplio recorrido de Salvador Valdés Mesa, miembro del Buró Político y vicepresidente de la República de Cuba, por el norte y centro de Ciego de Ávila el pasado miércoles

En la Empresa Municipal Agroindustrial Bolivia aseguran que, cuando en poco más de un centenar de jornadas la cosecha se haga realidad, las cuatro hectáreas (ha) en las que ahora comienza la germinación del girasol validarán el primer paso de esa inédita aventura en las tierras de Manga Larga.

La principal entidad estatal socialista del norteño territorio se encarga, entre otros ocupaciones, de elaborar el pan, proceso que puede abaratarse el día en que la producción local del aceite proveniente de la oleaginosa, constituya un respiro financiero en tanto componente ineludible del apreciado alimento.

Pero la experiencia por estos lares también repercutirá en objetivos aún más relevantes: el consumo social y en las entregas a los trabajadores de la Empresa y sus familias, de modo que Salvador Valdés Mesa, miembro del Buró Político y vicepresidente de la República de Cuba, no dudó en apreciar in situ lo que en predios locales constituye, por novedoso y prometedor, un suceso esperanzador en el empeño de sustituir importaciones, cada vez más costosas.

Del anterior, y de otros emprendimientos para buscan dar respuestas endógenas a la demanda de producción de alimentos, tomó nota la comitiva que el pasado miércoles, dicho sea de paso, también orientó y esclareció políticas y decisiones en puntos clave de la vida agropecuaria en Ciego de Ávila.

Al borde de la caballería de arroz que atiende Yanet Suanes Ríos, el visitante indagó acerca del precio del agua y del arroz húmedo contratado, el origen de los insumos empleados, además de la experiencia laboral de la usufructuaria, quien apenas con el auxilio de dos familiares, y de “refuerzos” a la hora de la siega, siembra, cultiva y recoge el grano.

“Trabajando he aprendido”, le respondió Yanet a Valdés Mesa, quien escuchó atento a la mujer que asumió un cambio osado y de técnico medio de la Salud Pública pasó a obtener, tras duro aprendizaje, dos toneladas (t) de rendimiento por ha en cada una de las dos cosechas anuales en los arrozales.

 salvadorEn el animado intercambio, Yanet apenas dudó ante cada interrogante

Una pormenorizada explicación de Eddy Jesús Torres Acosta, director general de la entidad, propició dudas, debates y reflexiones, al calor del objeto social, los vínculos contractuales, los retos y las insuficiencias que aún persisten en la empresa cunagüera, encargada de la producción de arroz, predominantemente especializado, mediante el accionar de más de 30 colectivos laborales y usufructuarios vinculados a la entidad.

Aun cuando suma apenas un año y medio año de vida —se aprobó en septiembre de 2023— la Agroindustrial Bolivia ya almacena suficiente volumen de arroz como para satisfacer la demanda de la canasta básica en ese territorio.

No obstante, enfatizó Valdés Mesa el reto debe sobrepasar los límites municipales, para ganar protagonismo en la satisfacción de las necesidades de granos (también frijol) del resto de la geografía avileña; cumplir con las demandas del turismo, sin obviar, además, las entregas de leche, carne, hortalizas y frutas a los habitantes de Bolivia, el municipio menos poblado de esta central provincia.

A la afirmación de que en marzo venidero se dará cumplimiento al compromiso del área a plantar con los cultivos rústicos (yuca, boniato, plátano y malanga), el vicepresidente cubano aclaró que la superficie sembrada debe sostenerse porque “comemos todos los días del año”, idea que reiteró en el transcurso de la jornada, especialmente en la Empresa Agroindustrial Ceballos, y al escuchar los puntos esenciales de la estrategia provincial al respecto.

Varios escenarios de la entidad ceballense, entre ellos, la unidad empresarial de base (UEB) Industrial Ceballos y el Centro de producción de bioinsumos de la UEB Producción de vegetales, concitaron la atención, porque evidencian la capacidad de los innovadores del territorio para encontrar soluciones como las que demanda, la deshidratación y aprovechamiento eficiente de la yuca, incluida su cáscara, la harina y el almidón que de ella puede obtenerse, o la fertilización de los suelos mediante compuestos de factura local, no invasivos del medio ambiente.

Especial atención mereció la débil marcha de la zafra en Ciego de Ávila, cuyo centro acontece en la Empresa Agroindustrial Azucarera Ciro Redondo, industria que en los últimos días muestra la recuperación de los principales indicadores de eficiencia: un rendimiento industrial de 8.80, al 89 por ciento se comporta el aprovechamiento del rendimiento potencial de la caña, en tanto el recobrado evidencia un 76 por ciento.

Sin embargo, el único ingenio avileño inmerso directamente en la molienda, padeció de una inestable operación en las primeras semanas de molienda, a más de otros males, como los disparos ocasionados por el calentamiento de los reductores planetarios en el área de molino, y la baja presión de vapor asociada a deficiencias en el sistema de operación montado en el área de casa de calderas.

La amplia información de que la central bioeléctrica aledaña mantenga la sincronización con el Coloso del Centro, y un aporte estable al Sistema Eléctrico Nacional, no dio pie a la autocomplacencia, toda vez que los colectivos de la fábrica de azúcar pinense están llamados a estabilizar la marcha.

Un mandato que está en correspondencia con el compromiso reiterado por Julio Heriberto Gómez Casanova, primer secretario del Comité Provincial del Partido, de hacer realidad antes del 1ro. de mayo el cumplimiento del plan de producción de azúcar de la Zafra de la victoria avileña.