Finaliza la zafra azucarera en Ciego de Ávila

La producción de unas 105 000 toneladas métricas de azúcar, representativas de un incumplimiento del 19 por ciento del plan fijado para la actual temporada de zafra, marca el final de la temporada 2018-2019 en Ciego de Ávila.

El saldo negativo es la suma de un grupo de dificultades afrontadas por los colectivos del agro, el transporte y la industria, entre ellas, la carencia de recursos para completar el parque de combinadas y camiones, la ocurrencia de una tríada de años secos en extremo, más la presencia de severas incidencias climáticas, incluido el paso del huracán Irma: problemas al interior de la industria, y las subjetividades vinculadas al accionar de los hombres.

Los colectivos de los centrales Ecuador y Enrique Varona González solo llegaron al 75 por ciento de sus respectivos planes de fabricación del dulce alimento, mientras la agrupación del Ciro Redondo lo hizo al 66; debido a que los pinenses detuvieron sus molinos en la medianía de marzo, dada la necesidad de adelantar las múltiples inversiones que afronta esa fábrica, las que tienen estrecha vinculación con la bioeléctrica que se levanta en la cercanía del coloso del centro.

La familia azucarera del Primero de Enero resultó la única en vencer el programa de azúcar asignado para la campaña, con la fabricación de algo más de 34 000 toneladas y acumular, así, 112 puntos porcentuales.

Al dar a conocer la información, el ingeniero Eduardo Larrosa Vázquez, director general de la Empresa Azucarera Ciego de Ávila, destacó que se logró cortar toda la caña quedada y requemada, áreas en las que había muchas cepas afectadas por el huracán Irma, “lo que sitúa a la provincia en una situación ventajosa para el año entrante”.

Anunció la terminación, en el central Ciro Redondo, de la aplicación de la Norma técnica 52, rectora del proceso de limpieza, desarme y conservación de las fábricas de crudo. Ahora los trabajadores se afanan en el impulso de las reparaciones, “con mayor énfasis en el impulso a la treintena de inversiones, programa muy fuerte, en aras de asegurar el compromiso de encadenamiento con la bioeléctrica, que debe concluir el próximo diciembre”, agregó el director general de la empresa azucarera avileña.

Al cierre de la jornada del miércoles, el personal del resto de los centrales se encontraba enfrascado en las labores de liquidación del proceso fabril y, una vez finalizada esa fase, acometerán las acciones de la Norma técnica 52, para dar paso, de inmediato, a las reparaciones. “El compromiso es tener listas las cuatro plantas moledoras para el 30 de octubre, pues se prevé que algunas arranquen en noviembre”.

El directivo insistió en el imperativo de realizar unas buenas reparaciones, “con los recursos que tenemos, pues no se avizora la entrada de un gran volumen de estos, debido a las dificultades económicas que afronta el país“. Añadió que se reforzará la atención al central-refinería Ecuador, con acciones puntuales encaminadas a mejorar el balance energético y lograr mayor calidad y eficiencia.