Al cierre de 2019 en Ciego de Ávila se generaron 953 nuevos empleos en sectores estratégicos de la economía como la agricultura, la producción cañera y la construcción, lo cual unido a la reincorporación experimentada con el aumento salarial, contribuyó a saldar en cierta medida la cifra de 11 607 individuos que permanecieron desvinculados laboralmente en 2018.
Por eso, Marta Isabel Domínguez Allen, subdirectora de Empleo en la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) se muestra optimista con el hecho de que la tasa de desocupación de la provincia, fijada en 0,7, haya experimentado en los últimos 12 meses un ligero descenso; aunque, para ser exactos, desde hace rato la cuestión radica en el alto número de individuos que ni estudia ni trabaja y cuyo sustento se desdibuja entre las remesas o la práctica de una actividad económica ilícita.
Dicho de otro modo, en 2018 solo 1 230 personas se mantuvieron en busca de ocupación en las direcciones municipales del MTSS, guarismo que, frente al envejecimiento poblacional y el lento crecimiento demográfico, atenta contra la disponibilidad de los recursos laborales a corto plazo.
Los otros argumentos los aporta Bianexis Flores Cervantes, subdirectora de Empleo en el municipio cabecera, pues las dinámicas en cada territorio se dan de otro modo, ya no se trata solo de la calidad de las ofertas, que no siempre satisfacen las expectativas de los interesados por los bajos salarios o los requisitos de calificación exigidos, sino de que existen empresas y organismos que no radican las plazas vacantes como corresponde y, en otras ocasiones, no aceptan a los muchachos que con años de antelación demandaron.
Solo así pudiera explicarse que el Hospital Provincial Antonio Luaces Iraola no demande personal de servicio, y que ubicar a técnicos de nivel medio y obreros calificados recién egresados sea hoy un problema. Bastaría agregar que en estos momentos 20 jóvenes especializados en Refrigeración no tienen trabajo, y otros han sido rechazados en la Empresa de Productos Lácteos, la de Construcción y Montaje, la Cárnica y la de Bebidas y Refrescos, bajo el argumento de no necesitar personal.
Como amalgamar demanda, empleo y mejores oportunidades supone un camino difícil, se ha incorporado como estrategia la búsqueda de alternativas laborales a través de las inversiones y la recuperación de las capacidades instaladas en las industrias y en la agricultura, siendo en suelo avileño la Bioléctrica, adjunta al central Ciro Redondo, y las minindustrias, muestras indiscutibles de lo que puede lograrse.
Para 2020 las aspiraciones descansan también en estimular la incorporación según las necesidades del desarrollo local y el cuentapropismo; el cual mantiene ocupados a 20 163 avileños; así como el trabajo a distancia, el pluriempleo, y controlar la interrupción laboral de modo que existan, siempre, segundas opciones.
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