Demanda la zafra mayor eficiencia en Ciego de Ávila

Febrero llega a su medianía y, al cierre de operaciones de este martes, la zafra en Ciego de Ávila reflejaba unos cuatro días de atraso y un 92 por ciento de cumplimiento del plan de producción de crudo, volumen representativo de algo más de 4 000 toneladas.

El dato no es nada halagüeño. Sin embargo, la entrada de un nivel de recursos al territorio ha posibilitado un vital reforzamiento al parque de camiones y remolques destinados al acarreo de materia prima hacia los centrales, lo que representa que entre el 80 y 85 por ciento de esos necesarios medios ya estén en los cañaverales cumpliendo su función. A ello se une, además, el beneficio que representa el tener más vacíos para la acción de las combinadas.

En la última semana se apreció una discreta recuperación en el abasto de los dulces tallos a las plantas moledoras. Es real que no se ha podido recuperar el retardo existente en la producción del alimento, pero todos los días se ha estado sacando aproximadamente unas 1100 toneladas, lo que demuestra una alentadora —sin lanzar campañas al viento— estabilidad en la zafra.

“El reto de ahora en adelante es buscar una mayor eficiencia, porque, en lo que resta de mes y en marzo, los planes del rendimiento industrial crecen, lo que nos obliga a alcanzar, día a día, la cifra programadas para ese dorado indicador.”

El ingeniero Eduardo Larrosa Vázquez, director general de la Empresa Azucarera Ciego de Ávila, precisó que, al cierre de enero, se realizó una reprogramación de la campaña, y agregó que la provincia tiene condiciones favorables para satisfacer, sobre el 15 de abril, lo pactado para la actual temporada.

Explicó que, salvo en el Enrique Varona, que es el más atrasado, debido a las lluvias, dadas las características de sus suelos negros, en el resto el rendimiento ha ido subiendo paulatinamente a partir del incremento de las moliendas, “pues según análisis realizados en la última semana, se le ha suministrado a los ingenios entre un 10 y un 12 por ciento más de caña”.

En tal sentido, insistió en el imperativo de aprovechar al máximo la materia prima con que se cuenta. Enfatizó en el papel determinante de los industriales en estos meses, ya que, a finales de este mes, los cosecheros deben concluir el corte de las cañas quedadas para comenzar a procesar los retoños, con el lógico aumento del rendimiento fabril, lo que permitirá utilizar menor cantidad de caña para obtener más azúcar.

Al valorar el desempeño de los colectivos fabriles, destacó al del simbólico ingenio Primero de Enero, con más de 2 200 toneladas de sobrecumplimiento, el cual se ubica en el octavo lugar en la nación.

Anunció la estabilización del central-refinería Ecuador y que en estos momentos se traslada bagazo, incluso desde otras provincias, para la fabricación del refino, del que ya se logran producciones diarias sobre las 400 toneladas.

En cuanto al Ciro Redondo, el directivo argumentó que este colectivo, por lo que representa para la zafra avileña su volumen de producción de crudo, está obligado a buscar moliendas más altas y rendimientos superiores, “pues tiene potencialidades para lograr ese salto”. Añadió que en el Enrique Varona se aprecia un incipiente despegue.

En estos momentos, y con el propósito de acompañar, apoyar y ayudar al buen desarrollo de la zafra, los cuadros, especialistas y técnicos mejor preparados de la Empresa, en cuanto a la producción azucarera y a la cosecha se refiere, están a tiempo completo en los centrales y pelotones. Contribuyen, también, los jubilados, quienes comparten sapiencia y experiencia en una y otra vertientes.