Conservas de Ciego de Ávila inmersa en la molida de tomate

La industria conservera de Ciego de Ávila comenzó el proceso industrial del tomate, aunque las cantidades a moler distan mucho de las de años anteriores debido a la carencia de insumos en la agricultura por la difícil situación económica que atraviesa el país.

Noemí Iglesias Falcón, directora de la Unidad Empresarial de Base Conservas de Frutas y Vegetales Ciego de Ávila, precisó a la Agencia Cubana de Noticias que, en esta oportunidad, solo recibirán unas 3000 toneladas (t), a diferencia de la campaña precedente en la que asumieron 5184 t del apetecido fruto en las fábricas de Majagua y Florencia, la mayor cantidad en la primera.

Explicó que recibirán de los campos avileños 1700 t y otras 700 de campesinos de Jatibonico y Yaguajay, municipios pertenecientes a Sancti Spíritus, mediante contratación que realizaron con cada uno de ellos, pues contar con este vegetal les permitirá obtener pasta al 20 por ciento para luego emplearla en las producciones derivadas, como las diferentes salsas, cuyos destinos son venta a la población y el turismo, fundamentalmente.

Jorge Calvo Fariñas, administrador de la fábrica de Majagua, sexagenaria industria reconocida en el país por la calidad de los diferentes surtidos que elabora, puntualizó que para alistar equipos y maquinarias fue decisivo el accionar del movimiento de innovadores y racionalizadores, ante la carencia de recursos.

Para asumir la molida de tomate repararon las líneas transportadora y tapadora, y revisaron el concentrador (paila enorme que se encarga de deshidratar las pulpas y concentrar los jugos) y la línea aséptica para el envasado, de tecnología china.

Pedro Manuel Díaz González, especialista en este cultivo en la Delegación Provincial de la Agricultura, informó que al no disponer del fertilizante de la fórmula completa nitrógeno-fósforo y potasio (N-P-K), imprescindible para el desarrollo, crecimiento y rendimiento del vegetal, fueron pocos los agricultores que se arriesgaron a sembrarlo.

Ante esa limitante —dijo— los rendimientos que se esperan están entre las cuatro y seis toneladas por hectáreas, muy por debajo de las 16 o 18 que se han logrado en etapas anteriores.

Similares rendimientos se han alcanzado con 0.750 kilogramos de N-P-K por hectáreas en los campos de Mamonal, del municipio de Majagua, principal polo productivo de la provincia y uno de los mejores en Cuba, puntualizó Díaz González.

En ese polo productivo el plan de siembra previsto era de 1000 hectáreas (ha) y solo se plantaron 426, pues el tipo de suelo es arenoso y al estar sometido al riego reiterado que demanda el cultivo no retiene los niveles de las diferentes alternativas biológicas que se utilizan, como la tabaquina, el fitomax y el humus de lombriz, enfatizó el especialista.

Para el sector agrícola avileño estaban pronosticadas 3610.5 ha a plantar, pero solo se logró cubrir 2424.68 ha, señaló Díaz González.

El tomate es un vegetal rico en vitamina C, A, K, hierro y potasio, es un potente antioxidante natural, y clasifica como un renglón de gran peso en la provincia avileña e imprescindible en la sustitución de importaciones en la economía cubana.

Esta vez el buen comportamiento del clima ha favorecido, sin embargo, el bloqueo económico, comercial y financiero, que por más de 60 años mantiene el gobierno de los Estados Unidos a la Isla, obstaculiza la adquisición de fertilizantes y otros insumos necesarios para obtener altos rendimientos por hectáreas.