Los azucareros de Ciego de Ávila lograron la producción de 100 000 toneladas métricas de crudo, volumen alcanzado en las jornadas finales de abril, y que se acerca a las 110 000 toneladas previstas para concluir la campaña, lo que representaría entre el 85 y 86 por ciento de cumplimiento del plan.
A esa cota se arribó no obstante las severas afectaciones provocadas, entre otras causas, por la lluvia, que ha complejizado tanto la recuperación como la terminación de la temporada 2018-2019 tal y como se había planificado.
El ingeniero Eduardo Larrosa Vázquez, director general de la Empresa Azucarera Ciego de Ávila, informó que, hasta el martes último, la provincia totalizaba unas 102 000 toneladas elaboradas del dulce alimento.
Explicó que el compromiso para este mes comprende que el colectivo del central Primero de Enero —ya cumplió su plan y sigue moliendo— haga unas 3 500 toneladas más como aporte a la provincia y al país; y buscar otras 3 000 de refino en el ingenio Ecuador, para contribuir al balance nacional.
En este mes se deben elaborar de 7 000 a 8 000 toneladas del llamado oro dulce, “algo que debemos lograr, si el clima nos da la posibilidad de seguir moliendo”.
“Eso no quiere decir que estamos renunciando a hacer más azúcar, sino que todo depende de la situación climatológica que pueda presentarse: la caña está en los lugares, se sigue cortando y sacando para acá materia prima desde Camagüey, hacia el ingenio Primero de Enero. La idea es mantener en acción a los tres centrales hasta que sea posible, sin que se deterioren más los niveles de molienda y eficiencia”, aseveró el directivo.
Agregó que los violeteños siguen moliendo con buena efectividad en sus parámetros, con un acumulado, hasta el cierre de esta información, de 33 000 toneladas, mientras el Ciro Redondo cerró sus operaciones con 27 000, la misma cantidad elaborada por el Ecuador, y el Enrique Varona totaliza hasta la fecha unas 15 000.
Al referirse a estos dos últimos ingenios, Larroza Vázquez dijo que uno y otro colectivos deben solucionar los problemas fabriles que los han estado aquejando, “muy marcados ahora con fluctuación laboral en algunos lugares, principalmente en la fábrica chambera, que no ha logrado los niveles de producción de crudo planificados”.