Barcos de Júcaro convertidos en locomotora de la economía avileña

Con la llegada de octubre, los pescadores cubanos empiezan una de sus mejores temporadas de captura y, a pesar de las adversidades, el ambiente y los resultados en la entidad ubicada en Júcaro, al sur de Ciego de Ávila, marchan viento en popa y a toda vela.

Un total de 196 trabajadores componen “La Locomotora de EPIVILA”, colectivo que acumula suficientes razones para justificar la denominación: después de varios años de incumplimientos, en 2017 rebasaron sus planes de pesca de especies de escama y de camarón, y, en el presente período, están al 111 por ciento de lo concebido.

Hombre con maya de pescaLas artes de pesca no siempre están a tiempo, pero, cuando existe el recurso, se preparan con la mayor premuraEn opinión de Vladimir Pons Santiesteban, director de la Unidad Empresarial de Base, más allá de las 424,7 toneladas acopiadas a inicios de septiembre, de 383,4 previstas, la clave de todo radica en la motivación de las tripulaciones y de los encargados en tierra firme para que las pescas sean eficientes.

“La prueba está en que tenemos 18 embarcaciones y, de ellas, solo una está paralizada. Ello se debe, en parte, al acertado manejo en la utilización de los recursos y, también, al sentido de pertenencia de todos nuestros equipos de trabajo”, afirmó el administrativo.

Si bien los mariscos no abundan en el mercado interno, sus destinos favorecen la sustitución de importaciones, e incluyen el respaldo a las personas necesitadas de dietas médicas más el cumplimiento del encargo estatal.

En diálogos con pescadores, la mayoría coincide en dos contratiempos que han afectado las salidas al mar: la falta de piezas de repuesto y la carencia de artes de pesca, que, en ocasiones, no entran en el momento preciso, según Eduardo Suárez Cruz, encargado de confeccionar esos medios.

Para los jucareños, también ha sido perjudicial la errónea construcción del pedraplén que pretendía llegar a los cayos sureños de Ciego de Ávila, sin embargo, hasta el momento, su existencia sigue restringiendo las corrientes marinas en una parte amplia del golfo de Ana María, hecho que impide la explotación de esa zona cercana a la costa.

Contratiempos aparte, el fin de año exige de buenas campañas que estabilicen, con saldo favorable, las producciones del establecimiento, sobre todo, en las especies de escama, cuyo plan debe cumplirse en estos meses. Y sí que lo harán: no es común que los pescadores sientan que son una locomotora de la economía, y, en Júcaro, esa idea es convicción.

https://www.facebook.com/rigotriana/posts/10214291951385580