Acopio, comidillas y libras de más en Ciego de Ávila

¿Tenemos más productos en los mercados? ¿Y si tenemos más, comparado con qué período? ¿Aumentaron las cosechas o enviamos menos a otras provincias? ¿Se compra más y, por ende, se ve menos? ¿O poco ha variado y la especulación nos llena la boca? Tomemos una calculadora y veamos…

Así, como si fuera un menú que se degusta sin entrantes, hay que servir algunas cifras de la comercialización en Ciego de Ávila: directo al grano… y al plato. Y no solo porque las toneladas y los planes no se traduzcan en comida siempre, sino porque se convierten en comidilla cuando, precisamente, no se traducen.

Parece un trabalenguas, pero el director comercial de la Empresa Provincial de Acopio, Antonio Gross Morales, saca unas tablas y comienza a brindar las estadísticas que Invasor va desenredando despacio para no “atragantarse”.

Masticándolas por trimestre, debido a que un solo mes no llenaría la demanda informativa. Aunque sabemos que la apreciación individual modifica cualquier dato y para quien fue tres veces a su placita y nada vio o solo vio calabazas, estas cifras no significan mucho. No obstante, también damos por sentado que los volúmenes no se distribuyen de forma homogénea, entre todos los días y entre todos los lugares, para que cada uno alcance, por ejemplo, tres mazorcas de maíz el día que decida pasar por una placita.

Por tanto, no hablamos de permanencia; un término que no puede aplicársele hoy a casi ningún alimento que caiga en el mercado: hablamos de cantidades. Y durante este trimestre de julio, agosto y septiembre, el total comercializado sí creció al compararlo con igual etapa del año anterior. Se evidenció en 1 315 toneladas de productos agropecuarios y en 36 659 unidades de productos industriales ( y por unidad la empresa entiende lo mismo un tanque de mermelada a granel que una latica de dulce de coco).

Sin embargo, veamos las cifras por dentro y aclaremos, antes, que Acopio tiene tres destinos: mercados de Ciego de Ávila, consumo social y envíos fuera del territorio. De ahí que no podamos asumir que todo lo vendido por la empresa se vendió en las placitas de aquí. De las 13 120 toneladas de productos agrícolas comercializadas en dicho trimestre del 2020, solo 5 487 fueron a los mercados avileños, un 42 por ciento del total.

Y esas toneladas (llevadas a libras y divididas entre el total de la población) alcanzaron para que cada avileño le comprara a Acopio, como promedio, unas 10 libras de viandas, granos, frutas y hortalizas, cada mes.

Producción de alimentosPastor BatistaEl 33 por ciento de las ventas de productos agropecuarios que acumuló Acopio durante el trimestre que recién concluye se realizó en otras provincias: casi siempre La Habana, y casi siempre plátano

Los datos de igual período del 2019 muestran valores ligeramente inferiores: vendimos en nuestros mercados estatales 4 565 toneladas de productos agrícolas, el 39 por ciento del total comercializado (unas ocho libras por persona, cada mes).

Desmenuzemos, entonces, las toneladas en el plato: el crecimiento en esta etapa del 2020 apenas alcanzó para que, cada mes, cada avileño adquieriera casi dos libras (más) de viandas, granos, hortalizas y frutas.

Si vamos a los industriales del 2020 —representados, sobre todo, en mermeladas, salsas y barras de guayaba—, las cifras indican que de las 191, 295 unidades, el 28 por ciento, unas 54 000, se vendieron aquí en mercados y camiones. Mientras que en el trimestre del 2019 consumimos en nuestros hogares el 20 por ciento del total, unas 30 000.

Ese crecimiento de alrededor de 24 000 unidades (imposibles de disgregar por habitante, debido a las diferencias del volumen) habla también en positivo, y refuerza la idea de que en ningún renglón (sea agrícola o industrial ) se descendió. Aunque tampoco el incremento de la comercialización estatal ha sido perceptible para una agricultura donde un mes no es igual al otro ni una primavera rinde lo que un invierno.

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De modo que el propio Gross admite que el mejor período del año suele ser el de abril, mayo y junio, porque coinciden, en parte, cosechas de ambas campañas agrícolas y se vende el tomate, la papa y el frijol; tres cultivos fuertes en esta provincia —si bien el tomate y el frijol han tenido caídas estrepitosas. Aun así, en ese trimestre del 2020 a los mercados avileños llegaron 6 430 toneladas y se superó en unas 1 000 el de julio, agosto y septiembre.

No obstante, ya dijimos que ambas etapas no son comparables. A estas alturas resulta tan errado señalar decrecimientos como jactarnos en crecimientos.

Producción de alimentosOsvaldo GutiérrezMuchos tratan de postergar las salidas al mercado y compran todo lo que pueden. Así también podría explicarse la ausencia de viandas en los mercados