No es que subestime al equipo, o que trate de “pasarle la mano” por si acaso llega la debacle, pero si tengo que evaluar la actuación de los Tigres luego de los primeros diez partidos, lo primero que me viene a la mente es la palabra aceptable.
Y ya se que algunos pensarán que el periodista no quiere meterse en problemas, pero en verdad solo trata de ser consecuente con la valoración que tiene sobre los cuatro veces campeones cubanos.
Hay quienes no quieren comprender que estos no son los Tigres de la anterior década, aquella en que coincidieron en el lainop verdaderas estrellas de nuestro pasatiempo nacional que tantas alegrías le regaló a la afición local.
Pero abundan también los que no valoraron, en toda su dimensión la hazaña de la tropa de Dany Miranda en la campaña anterior, no solo por el título en la Liga Élite, sino por haberse incluido en la primera división con una plantilla bien débil, tal vez la más discreta de cuantas haya presentado la provincia en la historia de nuestras lides.
Ahora, en la 64 SNB, con 18 novatos, sin ninguna figura cumbre que pueda, de una forma u otra, “halar” al colectivo, el periodista pecaría de falta de objetividad, si en sus análisis dejara la sensación de que hay motivos suficientes para pronosticar una posible inclusión en la vanguardia en la tabla de posiciones.
¿Y si el equipo lo logra de nuevo? Pues claro que sería también una satisfacción para quien escribe, que no por gustó nació, se crió y se hizo viejo en esta tierra, pero nunca esperen de mi un pronóstico “festinado”.
¿Por qué digo ahora que es “aceptable” la labor del conjunto hasta el momento? Pues, por dar solo una razón. La escuadra promedia 271 a la ofensiva y tiene a siete equipos con cifras inferiores. Y si quieren otro argumento les diré que su pitcheo trabaja para 5,57, muy cercano a la media del campeonato (5,48).
En el aspecto individual hay jugadores que se han ido por encima de los augurios, como es el caso del tordepero Osmani Linares, quien, ahora mismo promedia 429 y a la defensa solo ha cometido un error.
Las palmas también para el cuarto bate Jonathan Bridón con sus cuatro bambinazos y sus diez impulsadas y para el máscara Fernando De la Paz, a quien le han salido seis corredores al robo y todos han tenido que regresar al banco.
Del área de pitcheo destacar los dos éxitos del relevista Yunier Batista y las dos buenas apertura de Liomil González, aunque este aun no cuenten con victorias o derrotas. También han trabajado de elogios los apagafuegos Erisdel Martínez y Randy Álvarez.
Ahora los Tigres enfrentarán esta semana, en el estadio José Ramón Cepero, a la representación de Camagüey que aparece en la octava plaza con balance de seis sonrisas y cuatro fracasos. Veremos que tal les va a los nuestros al jugar en casa.