En verdad, Ciego de Ávila es un pueblo de Tigres. Por eso fue lindo este recibimiento a los campeones de la Tercera Liga Élite de Béisbol. Más que júbilo fue una fiesta de todos. Resultó lógico que no pocos recordáramos aquel primer trono de 2012.
Por eso ahora los monarcas merecieron tan grande recibimiento, y el equipo de Dany Miranda fue bendecido por ese calor humano que hace de lo sencillo un acontecimiento.
Y vi casi lágrimas en rostros que solo días atrás dieron jonrones.
Los fáciles adjetivos son enemigos del periodismo, pero me atrevo ahora a decir grandioso o extraordinario sin temor a la exageración.
Que bajen la cabeza los que no confiaron en el “equipito” al que muchos condenaron al sótano porque no estaba a la altura de los restantes cinco contendientes. Olvidaron aquello de tener presente a los hombres y no a los nombres.
Estos Tigres han hecho historia. Y esa muchedumbre que los agazaja bien lo sabe. No importó el sol de la tarde para salir a las calles a recibirlos.
Este 5 de junio no sólo lo recordarán por siempre los protagonistas. También será un día inolvidable para quienes los aplauden.
Uno podría preguntarse si vendrán en el futuro jornadas como esta y la respuesta está en que si estos Tigres pudieron, los que vienen también podrán.
Habrá Tigres para rato dijo el mentor Dany Miranda en medio de tanto calor de pueblo. La hazaña que acaba de realizar su equipo, obliga a creerlo.