Ayer escribí que el béisbol es impredecible. Y no me queda otra que comenzar aclarando ahora que también valen los pronósticos, los que esta vez se hicieron verdad con el triunfo de este jueves, en el Tianmu Stadium de Taipéi, de la selección de Corea ante Cuba 8x4 en la segunda fecha del Premier 12.
Claro está que en un torneo corto como este la posible clasificación de Cuba parece remota. Solo un milagro salva al equipo que dirige Mandy Jhonson, o mejor, solo el despertar de su ofensiva podría darle un suspiro al conjunto.
Pero aún pululan los aficionados —y hasta los llamados “especialistas”— que no asumen que ya el equipo antillano no es el mismo de tiempos pretéritos, ni los rivales son aquellos que, en la mayoría de las ocasiones, eran de un nivel mucho más bajo que el nuestro. Quien no quiera interiorizar esa verdad, seguirá asumiendo las derrotas cubanas como algo increíble o la escandalizan al decir que es vergüenza para la pelota cubana.
Y aclaro: Este conjunto que nos representa en predios asiáticos, no es ni muy muy, ni tan tan, por lo que no hay porque sorprenderse ni de victorias ni de fracasos.
Este jueves los jonrones de Yoelquis Guibert y Rafael Viñales ante el rescatista Taekyeon Kim un tanto que maquillaron el resultado, pero no hay dudas que la ofensiva ha sido el Talón de Aquiles de los cubanos.
El estelar zurdo Livan Moinelo no pudo cumplir su función de abridor y permitió cuatro anotaciones, tras un jonronazo del tercera base Kim Doyeong con la casa llena.
El próximo partido de los nuestros será este viernes a las 11:00 de la noche, hora de Cuba.