Los nuestros ganaron en penales frente a los campeones defensores La Habana
Lo que bien pudiera considerarse el acontecimiento deportivo del año en la provincia de Ciego de Ávila se produjo este miércoles, cuando la escuadra de futsal avileña derrotó en tanda de penales (5-3) a su similar de la capital y con ello mereció su primera corona en campeonatos nacionales de esta disciplina.
Pero, por momentos, se pensó que no, que tendría que esperar otra temporada, pues los hasta entonces titulares cubanos borraron en las postrimerías del partido un marcador adverso (3-5), para obligar a la lotería desde el punto de los seis metros de la portería.
Sin tener muchas referencias del partido, todo indica que se jugó bajo mucha presión. Los habaneros por defender su título, los avileños por cambiar la historia de aquella discusión del trono de 2018, en que tuvieron que conformarse con la medalla de plata.
La tensión del duelo la describió al periódico Granma el refuerzo camagüeyano Harold Aguilera, a la postre el jugador más valioso del torneo: “Fue un partido histórico en el que lo dimos todo. Yo soñaba con una final así, en la capital, frente a La Habana, y con un público que nos desafiara. Mantuvimos la concentración, a pesar de la enorme calidad del rival. Supimos hacer nuestro juego, marcamos goles y no nos dejamos intimidar”.
En el rompe corazones de los penales, las palmas para el portero Kevin Rueda, que logró “adivinarle” un lanzamiento hacia su derecha a Yordanis Galán en el cuarto intento de los perdedores y cuando el marcador iba igualado a tres aciertos por bando.
Fue por eso que la quinta oportunidad de los dirigidos por Onel Valdivia se convirtió en una guerra de nervios, ya que en la pierna derecha de Yoannys Ríos estaba la posibilidad de cumplir los sueños del equipo. Y Los Tiburones se alzaron con el premio.
De esta forma, la familia del fútbol avileño festeja por sexta vez un trono, pues antes el equipo de fútbol once había conquistado cinco coronas. Y vendrán más.