Algunos podrán pensar que se pudo hacer más, pero los cinco éxitos en las primeras ocho salidas del equipo Ciego de Ávila, en el bisoño Campeonato Nacional de Béisbol sub 23, han dejado ver que los aprendices de Tigres tienen los poquitos necesarios para aspirar a lograr algo más que el boleto a los play off.
Y no es precisamente que la escuadra esté saturada de posibles estrellas del béisbol cubano en los próximos años; de lo que se trata es de la forma deportiva en que llegan estos muchachos a una competencia relativamente corta, en la que una mala arrancada puede significar mucho en la recta final.
Esto lo sabe muy bien el mentor Pedro Gayón, pues este conjunto el pasado año, en igual período inicial, solo había conquistado una sonrisa.
Aquellos siete fracasos fueron determinantes en el décimo lugar que finalmente ocupó en la tabla de posiciones.
Ahora, cuando este comentarista insinúa que los avileños deben ubicarse entre los primeros cuatro de la lid, asume, como elemento nada desdeñable, que equipos como Camagüey y Santiago de Cuba, por citar dos ejemplos, no cuentan con varios peloteros de valía porque se encuentran participando en la mal llamada Serie Especial.
Pero si bien esa es una verdad sin segundas lecturas, también lo es que los avileños tuvieron una exquisita preparación desde el inicio del año y si algo no tienen que envidiarles a los mejores de la contienda es que poseen un cuerpo de entrenadores de mucho oficio y dedicación.
No debería ser las ubicación final de los equipos, sin embargo, la varita para calificar de buena o no la labor de los técnicos, sino el aporte de peloteros a nuestras series nacionales de mayores.
En este sentido, por ejemplo, es evidente la mejoría que año tras año muestra el cuarto bate Yuddiel González, un muchacho de fuerza al bate —con todavía problemas por solucionar— ya listo para desempeñarse con más regularidad entre los Tigres.
Agreguemos que dos lanzadores como José Diego Martínez y Héctor Nápoles se han visto favorecidos en los dos últimos años por su participación en estas lides y a la venidera temporada de mayores llegarán mejor preparados.
ANTES DE QUE SE ME OLVIDE
HA DEJADO buena impresión en sus dos salidas el zurdo Ariel Díaz, quien trabajó en las dos últimas temporadas con Industriales y que ahora regresa a la provincia que representó en las categorías escolar y juvenil. De este muchacho siempre se ha dicho que tiene atributos para convertirse en un serpentinero ganador, aunque no ha dejado de tener problemas con el control. Insisto en que no toda la responsabilidad debe recaer en la pericia de los entrenadores para que sus pupilos mejoren este aspecto. Si el atleta no interioriza que ese es su mal, y que debe de hacer el doble de esfuerzo de lo ordinario, de nada valdrán entonces los consejos y ejercicios que le recomienden los técnicos... YUDDIEL GONZÁLEZ (355) y Lázaro Martín (333) son los únicos que promedian por encima de 300 en las filas avileñas y el average colectivo es de solo 242... PÉSIMA ESTUVO la defensa en la última subserie ante Las Tunas y ya el promedio es de 951...Y ME voy...