Orlando González responde por su deporte en Ciego de Ávila

Al visitante quizás le llame la atención. Al lugareño no, porque para quienes residen en el poblado de Orlando González, perteneciente al municipio de Majagua, provincia de Ciego de Ávila, es habitual ver a Yusleidy Valdés González, directora del Combinado Deportivo # 2 Raúl Barbosa Morales, inmersa, con el resto de sus trabajadores, en cuanta faena contribuya a mejorar las instalaciones con que cuenta la población allí para practicar deportes, actividades físicas y recreativas.

A veces, según cuentan, aparece alguien con una chapeadora y logran adelantar “un mundo”. En otras ocasiones, como ahora, ni teniendo a mano el poquito de petróleo aparece ese tipo de solución mecánica y no queda otra alternativa que meterle el pecho, a machete limpio.

Así los encontré en los albores de este nuevo curso escolar, completamente válido en cuanto a motivaciones para la enseñanza y el entorno deportivos en todo el territorio.

Solo que, entre corte y corte, subía informal e inevitable una especie de resumen comentado en torno a asuntos tan importantes como los malabares para mantener en el mejor estado posible las dos canchas de baloncesto, la de voleibol, el terreno de pelota, el beisbolito para niños o las pistas de atletismo y fútbol.

Y, como si tales instalaciones no generaran tremendos dolores de cabeza por la falta de implementos que suele marcar a asentamientos rurales e, incluso, urbanos de todo el país, esta gente se empeña en crear condiciones para abrir un área de lucha, gracias a la sensibilidad del Centro Mixto Doña Emilia, cuyos directivos accedieron a cooperar mediante la facilitación de un espacio sin uso allí, para el cual ya afila conocimientos y destreza Rigo Alberto Ajete, como entrenador de esa disciplina.

Orlando González prepara sus áreas deportivas

Directivos y especialistas del deporte en el poblado de Orlando González, municipio de Majagua, trabajan en la preparación y acondicionamientos de las instalaciones con que cuenta la población allí para realizar actividades deportivas, físicas y recreativas.

Posted by Periódico Invasor on Thursday, September 5, 2019

Con similar ímpetu, Miriam Leyva y Alexander Echemendía, profesores de recreación, hablan de copas que contaminan sobre todo a jóvenes, pie detrás del balón y vista en portería, mientras las de pelota revuelven a adultos no solo de la localidad, sino también de Guayacanes y de Limones Palmero, en medio de ese fraternal forcejeo que suele brotar donde escasean las opciones de sana recreación cultural, pero no faltan quienes motivan y promueven las potencialidades del deporte.

“Con esa visión se deben incorporar tres jóvenes, preparados en un curso de habilitación impartido por el municipio, comenta Yusleidy, dos de ellos residentes aquí mismo y el otro en Limones Palmero, decisivos, en todos los casos, para seguir fortaleciendo el trabajo en las comunidades durante todo el año, y potenciar las opciones del verano, tal y como volvimos a hacer ahora, en julio y agosto.”

Al lugareño, en fin, no. Pero a usted sí puede llamarle la atención, como visitante, llegar a Orlando González, ver a un hombre joven, llamado Alexander Echemendía, reparando la cerca del estadio de béisbol, entablar conversación con él y conocer que las gestiones y gastos corren, con cierta satisfacción, a cuenta de su propio bolsillo.

Lástima que no todo el mundo allí convierta esa lección en congruente norma de comportamiento y, de vez en vez, aparezca una mano que deja daños en las mismas áreas donde concurren niños, jóvenes y adultos, sobre todo cuando la tarde empieza a desplomarse sobre las altas torres que perduran como testigo del ahora extinto y otrora esplendoroso central azucarero del batey.