No es lo mismo con Batos que con TeamMate

La 62 Serie Nacional de Béisbol continuará este domingo y Ciego de Ávila enfrentará a Guantánamo como visitante

Cuando ya entramos en el último tercio del calendario, puede afirmarse que ninguno de los equipos punteros en la 62 Serie Nacional de Béisbol puede dar por segura su clasificación para la postemporada.

Solo con una mirada a la tabla de posiciones, el simple aficionado se percata que cualquier “resbalón”, incluso de los que ahora ocupan las cinco primeras posiciones, podría llevarlos al área de “peligro”, lo mismo que una pequeña racha victoriosa podría llevar a los rezagados a la zona de “confort”.

Tal es así, por ejemplo, que el pasado miércoles los Tigres amanecieron en el noveno puesto y el jueves lo hicieron en el sexto, tras los dos éxitos ante Sancti Spíritus en el programa doble.

Es este un campeonato sui géneris, en el que solo con las exclusiones de Guantánamo, Cienfuegos y Camagüey, los restantes 13 conjuntos tienen opciones lógicas de obtener el boleto para los play off.

¿Recuerdan cuando Industriales parecía completamente eliminado de toda posibilidad a mitad de campaña? Pues ahora los Azules están a solo dos juegos completos del octavo puesto, y en unas condiciones sicológicas que ya nadie se atreve a quitarlos de la lista de los posibles clasificados.

Por eso es correcto lo que le escuché decir a un amigo bayamés, cuando alguien le espetó que los Alazanes podían solo pensar ya en la próxima temporada, a lo que él respondió: “los campeones nunca se eliminan con numeritos o palabras, sino con resultados en el campo de juego”. Y ya Granma aparece a tres rayas de aspirar de nuevo a la corona.

Pero esta serie 62 no solo es diferente por la nivelación entre la mayoría de los participantes, sino por hechos tales como que ya no es la pelota TeamMate la que se emplea en la lid, sino que fue necesario recurrir a la Batos, que, a no dudarlo, es de menor calidad.

De ahí que, en un abrir y cerrar de ojos, han comenzado a proliferar los partidos de pocos carrerajes. Es verdad que la utilización es pareja para todos los equipos, pero no es lo mismo en el campo táctico o estratégico.

No se puede analizar de la misma manera un juego, en un torneo de mucha ofensiva, que en otro en el que, a veces, una carrera basta para alcanzar el éxito. Con la TeamMate se promediaba sobre 300, ahora la media del campeonato es de 289. Un descenso enorme en pocos desafíos.

Con la Batos, un tirador que antes era “vapuleado” ahora puede hasta tirar nueve ceros, pues la solidez de las conexiones ya no es la misma, de ahí que un conjunto, con buena defensa, tenga ahora más posibilidades de defender su débil pitcheo. Ya los jonrones no están a “pululu”.

En las actuales condiciones, la defensa adquiere mayor importancia. Ciego de Ávila, por ejemplo, que ahora mismo es tercero (974) en ese renglón de juego, tiene unos “punticos” a su favor en esta recta final.

Los avileños, que acaban de igualar la subserie particular ante Sancti Spíritus a dos triunfos por bando —el quinto se suspendió por lluvias—, saldrán a la carretera para medirse a dos de los colistas: Guantánamo y Camagüey, para luego regresar al Cepero, donde enfrentarán a Santiago de Cuba y Granma, sus dos últimos compromisos del calendario.

Necesitan los de Yorelvis Charles que tres de sus principales hombres le comiencen a producir con el madero: Yorbis Borroto (239), Osvaldo Vázquez (287) y Rubén Valdés (250).

Del pitcheo ya se sabía que iba a resultar el Talón de Aquiles. No sorprende, por tanto, que ande en el lugar 13 en ese eslabón de juego (5,64), solo por encima de Cienfuegos (7,04) y Guantánamo (6,30).

Y, por último, algo que no debe pasarse por alto: Si el equipo sigue en la pelea por el boleto a la postemporada, se lo debe, entre otros elementos, al gran trabajo de Vladimir García, quien ha sido llamado al box en 13 ocasiones y en todas el equipo ha salido victorioso. Casi nada.

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